La Chaqueta Metálica: Mötley Crüe, "Los Trapos Sucios"


Texto: Mikel Fernández, del blog Surimiworld.

Retomo la sección literaria, que había caído en el más ilustre de los olvidos, para tratar la autobiografía de una de las bandas de heavy metal más grandes de los 80: los norteamericanos Motley Crue.

Formados en 1981 en Los Ángeles, los Crue fueron los máximos exponentes del glam metal: pelo crepado, vestimenta estrafalaria y un heavy metal con una gran toque popero, la culminación perfecta entre las guitarras distorsionadas y la música más comercial. Dominaron la escena en los 80 para ser barridos sin piedad, junto con el resto de la escena metálica, por la aparición del grunge a principios de los 90.

Sin embargo, fueron de los pocos grupos que pudieron volver al candelero en el siglo XXI, tirando en gran parte del recurso básico: gira de reunión y posterior nuevo disco, que han estado estirando hasta que este año han anunciado su separación definitiva. Les pudimos ver en la edición de 2009 del añorado Kobetasonic y bueno, puedo recordar su show como irregular. Nada de la escenografía prometida (y que en USA lucían a todo trapo), problemas técnicos y una sensación de atraco (no sé si llegaron a la hora y media de concierto) que quedó atenuada porque, al fin y al cabo, tienen unas cuantas grandes canciones.

Sin embargo, en 2001, cuando se estaba gestando la reunión, y como paso previo a la misma, imagino, publicaron la biografía que nos ocupa. Escrita junto con el reputado periodista musical Neil Strauss, el libro no tiene desperdicio: incluye todas, pero absolutamente TODAS las historias que a uno se le pueden ocurrir sobre drogas, sexo y alcohol en un grupo de música. Nada que se le pueda ocurrir a un ser humano en estos temas ha pasado desapercibido para los chicos de Mötley Crüe.

Ojo, que ésta es una historia de éxito, divertida e hilarante por momentos, pero también es la historia de un fracaso, de cuatro personalidades disfuncionales que mientras ascendían en las listas de éxitos se hundían en la miseria de la droga y el alcohol, llegando en el caso de Vince Neil a matar en accidente de tráfico al guitarrista de Hanoi Rocks, su copiloto, y dejar gravemente heridos a los ocupantes de otro vehículo.

Pero no creáis que hay moralina, ni mucha ni poca. Van relatando sus distintas aventuras y desventuras (de forma magistral, se nota la mano del escriba intermediario), intercalando pasajes de exmiembros de la banda, representantes o directivos de las discográficas, aunque el libro hace hincapié en las historias divertidas: impresionantes las anécdotas de Ozzy Osbourne en su época más desaforada, o ese capítulo con el horario de la gira del Girls, Girls, Girls.

Siguiendo un orden cronológico, y alternando la visión de los cuatro miembros del grupo, vamos conociendo sus infancias y adolescencias, los grupillos en los que tocaron y sus primeros escarceos a ambos márgenes de la ley hasta llegar a la formación de la banda. A partir de ahí cada uno da su visión sobre la composición de los discos, las giras, sus respectivas relaciones personales y familiares y, lo que es más interesante, sobre el negocio de la música.

Una historia descarnada y agridulce, por momentos triste (los menos) y por momentos desternillante; una historia de cómo cuatro desterrados disfuncionales crearon una de las bandas más grandes del heavy metal ochentero; la historia de Mötley Crüe.

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