Texto: Txema Mañeru.
Uno de nuestros sellos favoritos entre los muchos y variados que distribuye la gente de PIAS es sin duda Heavenly Recordings. Aunque Anti y New West, sobre todo, pero ATO Records o Fat Possum también tienen un excelente plantel de artistas. Buen ejemplo de la calidad de Heavenly es la reciente reedición de un disco histórico como fue el segundo de The Nectarine Nº 9, con motivo de su XX Aniversario. “Saint Jack” combina los sonidos y las historias de Davy Henderson (Fire Engines, Win) y el escritor y ex-yonqui, Jock Scot, compañero de correrías de Ian Dury o The Clash. Poesía y música que crean magia comparable a la de la Velvet Underground, Captain Beefheart, Arab Strap o T-Rex. También es un puntazo y disco del mes en el Ruta 66 el nuevo de los majaras australianos de la psicodelia, King Gizzard & The Lizard Wizard, por cierto.
Pero ahora es el momento de hablar de un jovencísimo proyecto liderado por Ellen Kempner. Viene de casta musical y le ha producido Gabe Wax que ha trabajado con Wye Oak o Speedy Ortiz. Dice que le han influenciado en su forma de tocar la guitarra Elliott Smith o Kim Deal, pero tanto o más lo ha hecho el maestro de la guitarra de jazz, Wes Montgomery. Y la verdad es que para sus 21 añitos es muy bueno el trabajo de guitarras, que alterna aires deram-pop con explosiones punk, en un buen single como ‘Cinnamon’ con inspiradora melodía también. Antes tiene un arranque más nervioso con ‘Molly’ como una especie de B-52’s pero en más punk, aunque manteniendo un atractivo estribillo. Su corazoncito más tierno sale en un buen lento como ‘Easy’. Me tema favorito es ‘Dry food’, una emocionante balada que me recuerda a las de Howe Gelb (Giant Sand) o Sparklehorse. También es delicada, triste y reposada la despedida con ‘Sea konk’, con su voz frágil recordando tanto a Palace Brothers o Smog como a Elliott Smith, pero más indie y desde una sensibilidad femenina. ¡A la agenda de promesas sin dudarlo!
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