Texto: Carlos Molina.
Tenía muchas ganas de escuchar el nuevo trabajo de Isa Fernández, Aries. Y me ha gustado mucho, más aún de lo que podía prever. "Adieu or Die" supone un paso más en la carrera de una artista que siente, y muestra la música, con plena vitalidad. Un discazo, vaya.
Tras una primera escucha, “Adieu or Die” da la idea de ser un álbum con mucha gestación detrás, con sus arreglos, programaciones, experimentaciones como las del tema homónimo… ¿Es así, o resultó ser un disco con mucho menos trabajo a sus espaldas del que a priori pudiera parecer?
Sí, es un disco súper trabajado. Me he volcado en él durante un año, día y noche, tanto en la composición como en la producción. Me volví un poco loca haciéndolo, la verdad. Fue un trabajo muy minucioso y obsesivo.
¿Con qué canción te diste más veces de bruces, y cuál apenas sufrió variaciones desde su composición hasta su entrada en el track-list?
Creo que la que fue como un parto eterno fue ‘En el Océano’... igual tengo 50 maquetas y en la grabación tuve que repetirla varias veces. No sé por qué pero me costó mucho. Otras como ‘Nuestra Casa’ o ‘Nieve de Noche’ salieron bastante solas... bastante fluidas. Son los misterios de la creación y la música, unas veces es facilísimo y otras un auténtico parto.
Hablando de canciones, ¿se quedó algún tema fuera del disco, o están todos los que compusiste en él?
Se quedaron fuera muchas cosas, tenía más de cien esbozos de melodías, de estrofas, de estribillos... Tengo la grabadora petada y en algún momento he de escuchar eso y recuperar algo porque estoy segura de que deseché cosas valiosas. En esos momentos me suelo poner demasiado estricta y me autoboicoteo; estoy segura de que si las vuelvo a escuchar encontraré cosas lindas.
Vayamos con algunos de los factores que más me han enganchado de “Adieu or Die”. Empecemos por esa luminosidad que al menos yo percibo. ¿Cómo describirías el tono “anímico” que hay tras este trabajo?
El tono es triste pero siempre con ánimo constructivo. Cuando lo hice, atravesaba un momento personal bastante malo y además es que me desespera el mundo en el que vivimos. Es un horror. Pero el mensaje que prevalece en el disco es el de hacer y luchar por lo que quieres. De darlo todo a muerte y disfrutar de las cosas buenas, que haberlas haylas. Así, el disco tiene algunas canciones muy tristes como ‘En el Océano’ y otras de celebración total como ‘Memorias’.
Dos: las voces, los juegos entre ellas, los efectos… son un instrumento más. ¿Esa fue tu intención desde un principio, o es algo con lo que comenzaste a experimentar según iban creciendo los temas?
Desde hace muchos años utilizo las voces como un instrumento más. Para mí la voz es el instrumento más poderoso que existe, el que más conecta con la gente, mi favorito. Y hacer armonías es mi mayor diversión. Así que desde el principio siempre me planteo jugar a tope con las voces.
Tres: las atmósferas, bien sean poperas y de fácil digestión (‘Nuestra casa’), o más experimentales (y sin embargo, cautivadoras) como las de ‘Adieu or Die’. ¿Fue este el punto más complicado de llevar a cabo desde tu apuesta DIY?
¡No, para nada! No ha sido nada complicado; sale de forma natural al yo ir aprendiendo nuevas cosas y teniendo más herramientas. Lo verdaderamente difícil para mí es siempre empezar una canción de cero. Encontrar la melodía que canalice lo que quiero decir. Eso, a veces, es un sufrimiento mortal.
Felicidades por ese (gran) logro que ha sido que K Records haya apostado por ti y por el lanzamiento de este álbum. ¿Qué significa para ti el apoyo de este mítico sello?
Para mí es una emoción enorme, ¡nunca pensé que algo así me fuese a ocurrir! Soy vasca, canto en castellano... Era muy improbable que pasase. Así que es un honor y me alegra mucho que un sello así valide mi trabajo y el de mi sello en España.
El álbum lleva ya algo de tiempo en las tiendas de discos e Internet. ¿Cómo valoras la recepción que está teniendo en cuanto a críticas recibidas?
Pues con gran alegría y gratitud. Estoy muy contenta y agradecida; recibo muchos mensajes y las críticas, en general, están siendo muy buenas. Después de haber trabajado tanto (muchas veces estás tú sola en el estudio y no sabes si lo que haces le va a llegar a nadie...) pues es muy bonito. No lo sé, yo siempre trato de estar contenta y pasármelo bien, me hagan caso o no me lo hagan... Siempre me lo flipo. Así que lo que estoy haciendo es disfrutar todo lo que puedo.
¿Cómo han ido los bolos estadounidenses de marzo, y cómo valoras la experiencia?
Fueron estupendos. Me llené de inspiración y experiencias, volví con las pilas súper cargadas a pesar del cansancio. Y por otro lado, aprendí un montón y me curtí mucho. ¡Me encantó hacerlo, quiero volver ya!
¿Y el primer tramo de la gira por España?
En España está yendo muy bien también, ¡no me puedo quejar! En cuatro fechas se me agotó todo el merchansiding y los vinilos de colores se agotaron volando. La gente se me acerca y creo que les gusta... ¡No sé, yo estoy muy feliz!
¿Cuándo te podremos ver en tu tierra natal?
Pues creo que en julio, aún no puedo anunciarlo pero si no es en julio, será en septiembre. ¡Seguro!
¿Cuáles son tus planes más inmediatos, y más a largo plazo?
Mis planes ahora son presentar el disco y preparar más canciones antiguas para incorporarlas al directo; grabar algunas canciones de tributo a los Beach Boys (por el aniversario de “Pet Sounds”, que me han pedido varias), hacer más videos, hacer más cosas con artistas que me molen y en agosto empezar a componer canciones nuevas. ¡Y en otoño irme fuera a tocar de nuevo!
Si quieres añadir algo más…
¡Muchas gracias por todo el apoyo y la generosidad conmigo, de todo corazón!
Comentarios