Texto: Edu Gascón.
El pasado sábado 14 de mayo Amaral inició su gira “Nocturnal” y Bilbao tuvo el privilegio de ser la ciudad elegida para ese primer concierto. El hecho de que hayan pasado cuatro años desde su anterior trabajo (“Hacia lo salvaje”, Discos Antártida) hizo que la expectación fuera grande desde hacía ya semanas. El dúo zaragozano atrajo a miles de fans al Bilbao Arena que, aunque no se llenó, si registró un gran ambiente.
Quizás por la entrada tardía del público tras pasar el control de seguridad y por dar tiempo a que este buscara acomodo el inicio del concierto se demoró unos quince minutos, algo que sirvió para que el público se animara más aún. Se apagaron las luces y con solo ver las siluetas de los miembros de la banda y la de Juan Aguirre salir al escenario, el Bilbao Arena se unió en un estruendoso aplauso y griterío que tuvo su cenit con la aparición de Eva Amaral.
Destaca la novedosa disposición de los músicos en el escenario con la batería, por ejemplo, muy adelantada en la zona derecha. No cabe duda que la puesta en escena es muy importante en esta gira. Una potente escenografía que une lo visual y lo sonoro. Me atrevería a decir que los efectos visuales son de lo mejor que se ha visto en mucho tiempo y lo mismo podría destacar en lo referente a la calidad de sonido.
El repertorio se inició con ‘Obertura’ y ‘Unas veces se gana y otras se pierde”. Una canción que podríamos considerar más bien acústica y cercana a “medio tempo” pero suficiente para ver lucirse a Eva con su voz. Tras acabar este tema ocurrió algo que marcó lo que fue el resto de concierto. Cuando el público esperaba una nueva canción del último disco, una explosión de luz y sonido sorprendió al respetable mientras comenzaban a sonar las notas de ‘Revolución’. Fue algo que se podría definir como eléctrico y que fue “in crescendo” con ‘Kamikaze’, la siguiente canción.
Es en ese momento cuando Eva saludó por primera vez. “Esta es la puesta de largo de esta gira porque este es el primer concierto propiamente dicho”, comentó entre aplausos. Comenzó así la parte central del concierto en la que el grupo interpretó diez canciones. ‘Salir corriendo’, ‘No sé que hacer con mi vida’ (una versión más eléctrica e intensa), ‘Siento que te extraño’, ‘Nocturnal’ (en la que un cielo iluminado con estrellas crea un ambiente increíble) y ‘Lo que nos mantiene unidos’ (con proyección de una bola de discoteca delante de la cual Eva baila ). Les siguieron ‘El universo sobre mi’ (de nuevo el cielo de estrellas y proyecciones de constelaciones), ‘500 vidas’ (un juego increíble de luces y las diferentes tonalidades de voz de Amaral consiguen volver hacer sentir lo eléctrico del concierto) y ‘Estrella de mar’ (versión muy distinta de la original). Cerraron esta parte ‘Noche de cuchillos’ y ‘Chatarra’ dos canciones con un toque diferente a las originales y que son muy bailables.
El concierto continúa con Eva dirigiéndose a un público entregado que no dejaba de corear el nombre la artista aragonesa. Aseguró que antes de empezar el show estaba hecha un flan pero que los asistentes le habían ayudado a estar fenomenal. ‘Como hablar’ fue la siguiente canción. A esta le siguieron ‘La ciudad maldita’ y ‘Hoy es el principio del final’, dos canciones interpretadas con una exquisitez suprema tanto por parte de Eva como por la banda. Amaral nos tenía reservada una nueva sorpresa. Empezó a sonar el tema ‘Son mis amigos’ pero en una versión más lenta y corta que sirvió para introducir el tema ‘Cuando suba la marea’. Una idea original y que gustó al respetable. La recta final del espectáculo incluyó temas como ‘No quedan días de verano’, Cazador’, y Hacia lo salvaje’ que fueron el anticipo a los bises.
Tras un breve agradecimiento de Aguirre y un descanso no demasiado largo Amaral volvió al escenario para cantar ‘Llévame muy lejos’ y ‘Sin ti no soy nada’. Antes de interpretar este último tema Eva calificó el mismo de ”bolero trágico” y aseguró “que aunque no está bien que la gente sienta esto a veces pasa”. “En un momento de nuestras vidas los dos lo hemos sentido”, subrayó. Tras otro corto parón se despidieron con ‘Nadie nos recordará’.
La verdad es que es difícil hacer la crónica de un concierto y mucho más de este. Es difícil describir con palabras los efectos visuales y sonoros tan importantes en esta gira de Amaral. Es notable también el mayor atrevimiento que Eva muestra con la guitarra y lo “felino y salvaje” de su estar sobre el escenario. En la entrevista que les pudimos hacer (publicada en vísperas del concierto) nos hablaron de una puesta en escena “eléctrica” y no han faltado a la verdad. Sin duda alguna esta gira ‘Nocturnal 2016’ va a dar mucho que hablar y al contrario de la letra de la última canción del concierto…todos les vamos a recordar.
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