Costas: "No me cuentes tu vida" (Warner)


Texto: Carlos Molina.

Costas, banda encabezada por el mítico músico gallego Miguel Costas, asegura que hay un hueco entre el indie que se ha hecho con gran parte del pastel festivalero y los productos que algunos dicen musicales, pero de música tienen poco. Un espacio alejado de un público masivo, quizás, pero lleno de credibilidad y entusiasmo. Un nicho rockero, con pulsaciones punk-rockeras en la onda The Clash o The Ramones. Y a por él que van desde el primer acelerado acorde de 'Bestias', canción de apertura del cuarto trabajo de la banda, de elocuente título: "No me cuentes tu vida".

Si las cosas están jodidas hay fuera, ¿por qué no buscar en la música un oasis y retiro? Tan acertada reflexión de Costas deriva en un disco de poso directo, como demuestra el hecho de que haya sido grabado en el estudio con gran parte del material que el grupo emplea en sus conciertos. 11 cortes de escasa duración -en torno a los tres minutos- repletos de estribillos con los que dejarte la garganta en los bolos (como por ejemplo con la ya citada 'Bestia'), con letras en ocasiones irónicas y sarcásticas, en todo caso acertadas y cercanas.

Canciones para disfrutar hay para dar y tomar. Desde la opción del desconocimiento para alejarse de tanta morralla ('Yo qué sé'), la vertiginosa, contundente y más punk que rock 'Carne de cañón' a la más rock que punk 'Diferente', con pesada base rítmica y vigorosa guitarra, al igual que intensos y macarras cortes vocales.

Una irreverente 'Botellón', aderezada de un potente solo guitarrero, nos acerca a un ecuador del disco donde emerge con fuerza hard-rockera 'De Palisandro', toda una declaración de intenciones: "Si yo estoy aquí es por ti (...) de pueblo en pueblo, de bolo en bolo". Sigue la vena crítica con 'Inmunízate' (esos productos tan ¿buenos? para nuestra salud). La brecha álgida continúa con 'Leonor', la descripción de una mujer fatal como solo Costas podría hacerla. 'Sálvame' conserva el pulso rock de corte brioso e invita a un pogo, mientras que 'Tal para cual' mantiene soterrado hasta unos momentos de poso grunge (lo que sería parte del 'Come as you are' pasado por el filtro Costas) abrazado a una pose chulesca en otros, para despedirse con un vertiginoso corte, 'Old wild & free' y cerrar un álbum notable, y necesario. Porque sí, amigos, las cosas ahí fuera no están del todo bien, pero por suerte Costas nos construyen un refugio musical en el que abstraernos de ello (¡lástima que por sólo media hora!).

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