Novedades Everlasting Records / PopStock!: DM3 y The Chills

Texto: Txema Mañeru.

¡Me encanta la música australiana! El high energy rock’n’roll que se ha facturado allí es modélico. Pero también lo es el power-pop. Ahora, de la mano de Everlasting Records / PopStock! nos llegan a la vez dos joyitas. De una lado la mejor formación australiana de power-pop de todos los tiempos, DM3. De otro, de la vecina Nueva Zelanda el inesperado pero fresco regreso de The Chills con un pop más sofisticado. Ambos vienen con la firma de dos sellos especializados muy recomendables. Tienes más información en www.everlastingrecords.com. Comenzamos por el gran recopilatorio de los DM3.


DM3: “West Of Anywhere” (Alive Natural Sound)

¡Qué gozada! La verdad es que soy un gran admirador de este leyenda menor australiana desde los 80. Admirado por Little Steven Van Zandt y emulado por The Hives o The Strokes. Comenzó con el mágico garage rock con The Stems. Pasó al lado más pop con los entrañales The Someloves y facturó demoledor power pop en los 90 como DM3, sus iniciales y el formato trío. También tuvo sus momentos como The Stonefish o The Majestic Kelp y en los últimos tiempos está con el guapo hard-rock de Datura 4.

Pero para mí, además de “Af First Sight” con The Stems, su mejor momento lo dio con los tres LPs y varios singles como DM3. Y aquí tenemos la selección de esta obra por lo que los 18 temas y 70 minutos son una gozada sin desperdicio de principio a fin. El inicio no podía ser otro que ‘One times, two times devastated’. Para mí, quizás su mejor y más inolvidable canción. Mágico power-pop con rotundo y pegadizo estribillo y gran masaje de guitarras. Sigue una versión inédita de ‘Please don’t lie’. ‘Something heavy’ es uno de sus más preciosos temas lentos, no demasiado abundantes, y la melodía es directamente celestial. ‘Speed freak’ es un gran masaje de guitarras. ‘Take it all’ es su otra gran balada y el épico piano de la un plus de emoción. No faltan los coros de ‘Blue thing’ con sus crujientes punteos de guitarra o la cañera ‘Fall to bits’ con sus destellos de psicodelia sesentera. Tampoco los riffs rockeros combinados con voces pop de ‘Foolish’ o ‘Augustine’ que te pueden recordar a Tom Petty & The Heartbreakers. Las ganas de saltar te entrarán con ‘I thought that you were foolin’’ y para acabar tenemos los chup, chup, chup de ‘Just like Nancy’ que quizás inspiraron a nuestros Australian Blonde. Es normal que los coloquen al lado de Shoes, The Plimsouls, The Nerves o Paul Collins’ Beat, The Romantics o The Rubinoos. Tienes ediciones en vinilos de colores que son preciosas. ¡De los mejores grupos de power-pop de la historia y con todo lo mejor que hicieron hace dos décadas ya!


The Chills: “Silver Bullets” (Fire Records)

Pues si han pasado ya casi dos décadas desde la triste disolución de DM3, también han sido 19 los años que hemos estado sin disco nuevo de los neozelandeses The Chills. En los 80 formaron una rica escena allí junto a bandas de pop especial como el suyo como The Clean y otras de jangle-pop como The Bats. Esa escena estuvo alimentada por el prestigio internacional del pequeño sello Flying Nun Records.

The Chills, siempre liderados por Martin Phillipps gozaron de un relativo éxito internacional en los 90 de la mano de su disco “Submarine Bells” y de canciones como ‘Heavenly pop hit’. Luego les pasó de todo. Adicciones múltiples y enfermedades de su líder, constantes cambios de formación y aparición de nuevas modas. Por eso reconforta aún más saber que está de regreso y con un disco más que atractivo.

Sus letras siguen también por encima de la media y lo hacen desde la inicial ‘Father time’, con un ritmo gélido pero encantador. Tiene algo de la magia de los también poco prolíficos The Blue Nile. El tema titular es jovial y tiene chispa para cantarlo. Además un estribillo luminoso que gustará a los seguidores de otra banda de la época como Teenage FanClub. Me encanta ‘Underwater wasteland’ con su preciosa melancolía y unas guitarras etéreas que fluctúan entre The Church y The Chameleons. La letra es una metáfora Darwinista que merece la pena traducir. Sigue otro tema polémico como ‘America says hello’. Sorprenden con las guitarras con aire western de ‘Liquid situation’. Otra cumbre del disco son los más de 8 minutos de ‘Pyramid / When the por can reach the moon’. Tiene su punto de crítica social y grandes momentos corales que parecen de jangle-folk. El estribillo in crescendo final es una pasada. Otra preciosidad son los aires folk a lo Waterboys de la canción de amor ‘Tomboy’. ¡Bienvenidos de nuevo a la vida y nosotros contentos de escucharlo!

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