Rubén Pozo: "En Marcha" (Sony)


Texto: Carlos Molina.

Rubén Pozo vuelve con un disco de elocuente título: “En Marcha” (Sony). Un trabajo en el que predominan los momentos evocadores y recogidos, aunque hay piezas donde se suelta, y bien, la melena, como en ‘Tonto de tanto(r´n’r)’, uno de los momentos, seguro, de su futura gira.

‘Esta es mi canción’, el corte de apertura, va creciendo en intensidad, desde un arranque puramente acústico hasta un estribillo en el que confluyen las guitarras de Rubén y el productor Nigel Walker para provocar unas hermosas y sentidas atmósferas. Una buena muestra del cariño que pone Rubén a la composición de cada una de sus canciones, con un cierre que tiene mucho del Bowie de su etapa Ziggy Stardust. ¡Y es que ‘Starman 2.0’ no es el único homenaje al Camaleón! ‘Me quieres destrozar’ tiene mucho de Ariel Rot y posee una apuesta directa y con una intensidad dramática acorde al título… aunque no cae en la oscuridad y cuenta con un ambiente con algo de luz y belleza.

“Es urgente, divertido y cabrón, como siempre he entendido que ha de ser un rocanrol”. Así define el artista catalán-madrileño ‘Tonto de tanto(r´n'r)’. Y lo hace bien, porque este coqueto rocanrol de apenas 3 minutos va directo al grano, como debe ser. Intensa voz, solo de guitarra volcánico y base rítmica a por todas. Ni más… ¡ni menos! “Estoy aquí para quedarme”, sentencia Rubén. Y nosotros más que contentos. Por el contrario, ‘Disco Stu’, homenaje al personaje afamado de Los Simpson, no juega con la música discotequera setentera como el famoso Stu, sino que abraza un aire hipnótico, con guitarras oníricas en algunos compases y pasajes hasta chill out.

‘Chatarreo’ tiene una génesis particular, lo que justifica los aderezos folkies en su desarrollo. Fantástico el tratamiento vocal, que en gran parte de la canción, que juega maravillosamente con las intensidades, apuesta por el rapeo. “Es una fábula. Un cuentecito folk-rock. Todos los domingos por la mañana me despierta la furgoneta del chatarrero que pasa por la zona donde vivo. ‘¡El chatarrero está aquí, oiga! ¡El chatarrero, el chatarrero!’, brama una voz por el altavoz que lleva incorporado en lo alto del vehículo. ‘Por lo menos podía ponerle música’, pensé. Y eso hice”, apunta Rubén. ‘La chica de la curva’ adopta toques americana, con una letra costumbrista guiada por la guitarra slide. Uno de los cortes más emotivos, con cierto toque a Los Secretos en alguno de sus pasajes. Una lánguida ‘Todo Palante’, nacida de una base acústica, atraviesa el ecuador del álbum, creciendo en su desarrollo con unos maravillosos arreglos instrumentales.

La homónima ‘En Marcha’ (“perfecta para escuchar durante un viaje en carretera”) es un precioso medio tiempo rockero, al igual que ‘Por eso se hace’, dos de los momentos mágicos del disco, esta última con ecos a lo Calamaro. Un profundo canto de amor hacia Argentina en ‘El sueño del Pibe’, con cuidadas guitarras, nos acerca al final. Y qué final: La desbordante y básicamente acústica ‘Entre tú y yo’ (“reposada, tranquila y sin dobleces”, confiesa el músico) y una muy particular revisión del ‘Starman’ de Bowie, convenientemente denominada ‘Starman 2.0’ por su puesta al día. Un disco más que notable.

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