Unas líneas propias... para variar


Por Carlos Molina.

¡Muy buenas! En un ejercicio que tiene menos de egocentrismo que el de acercar aún más ORPHEO a todos aquellos que nos seguís, durante algunos fines de semana os comentaré mis impresiones acerca de algún aspecto que, de manera más o menos tangencial, tenga relación con esta web.

Y qué mejor que aprovechar que la entrevista de la semana está protagonizada por Satellite Stories para detallar cómo ha cambiado el “percal” de unos años para aquí, cuando nuestro contacto con una banda internacional era poco más que una quimera a la situación actual, en la que sin ser algo cotidiano, sí es más usual.

Si la memoria no me falla, nuestra primera experiencia internacional fue con The Silos, en unas fiestas de Bilbao. Charla que tuvo lugar en la explanada de la Plaza del Gas y en la que también charlamos con unos simpáticos Sexy Sadie. Walter Salas-Humara estuvo de lo más majo, como un tiempo más tarde Steve Wynn, que habló durante un tiempo en un más que correcto castellano (es más, nos pidió que las preguntas se las hiciéramos en español, aunque se mostraba más cómodo contestando en inglés). De ahí pasamos a unos holandeses Mist cuyo líder, Rick Treffers, estuvo de lo más majo antes de actuar para poco más de veinte personas reunidas en la sala Bilborock (y eso que yo le había dicho que intuía que habría una buena respuesta de público… vaya ojo demostré). Un Rick que me mostró su conocimiento y entusiasmo por… ¡Héroes del Silencio!

Tras cubrir una rueda de prensa de Placebo y dedicar portada y charla con The Rasmus en uno de los últimos números impresos de Orpheo, hemos pasado en el último año y medio a entrevistar a grupos como Spin Doctors, The Stranglers o Vintage Trouble. Posiblemente sea un logro que tenga algo que ver con el mantenernos desde hace casi 15 años (en unos meses los cumpliremos) al pie del cañón, pero también porque la realidad actual es muy distinta a la de hace, por ejemplo, una década. La situación (y desaparición) de algunos medios y la necesidad de multiplicar alcances en un campo musical cada vez más amplio, pero menos apoyado por grandes grupos de comunicación, ha permitido acercar algunas propuestas internacionales a proyectos con un carácter como el de ORPHEO. Esperemos que por mucho tiempo, seguiremos trabajando por ello.

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