Sidonie: "Somos de vivir el presente, aunque no sé qué significa eso en realidad"


Texto: Carlos Molina.

Siempre es un placer encontrar un hueco para charlar con la gente de Sidonie (foto: Carles Rodríguez), bien en persona, bien por teléfono o, como en este caso, por mail. Robamos unos minutos al bueno de Marc Ros, cantante del trío catalán, para hacer un repaso a lo que ha sido la historia del grupo hasta el día de hoy, cuando están más vivos, o al menos tan vivos, como nunca.


Me gustaría explorar en esta entrevista algunos detalles de vuestra carrera que quizás sean menos conocidos... junto a alguna curiosidad que otra por ahí. Transmitís una imagen de colegueo y buen rollo entre vosotros desde hace mucho tiempo, como si fuerais amigos desde el colegio o algo así. ¿Cómo y cuándo os conocisteis? ¿En qué proyectos musicales previos habíais militado, si es que estuvisteis en alguno, antes de crear Sidonie?

Yo era bajista y cantante de un grupo de instituto que se llamaba ‘Helter Skelter’, como la canción del “White Album” de The Beatles. Hacíamos versiones y tocábamos en fiestas. Axel y yo nos juntamos en ‘Citadel’, como la canción de los Stones (no podría formar parte de un grupo que no se llame como una canción), y, a pesar de que también tocábamos versiones, lo hacíamos con un sonido y una imagen más personal. Hacíamos lecturas de Hendrix, de los Doors, de Bowie, etc.. Jes acumulaba más experiencia que nosotros, tenía dos años más y se notaba. Formaba parte de un grupo underground barcelonés que se llamaba La Vaca Multicolor, una especia de Velvet Underground laietana. Tocaban canciones propias, esa era la diferencia. Axel y yo estuvimos unos meses sin vernos y al reencontrarnos decidimos retomar el proyecto musical que esta vez llamaríamos ‘Sidonie’, como la canción de Brigitte Bardot. Empezamos como trío, junto a nuestro amigo Roger y pasamos a cuarteto cuando se unió Jes. Roger dejó el grupo, nos quedamos tres... and the rest is history!

Lleváis un buen tiempo ya en Sony/Octubre Music, pero empezasteis desde abajo, escalando peldaños poco a poco. ¿Cómo recordáis vuestra estancia en Bip-Bip Records? ¿Sois nostálgicos, o mejor dicho, gustáis de recordar de vez en cuando el pasado, o sois más de vivir el presente y pensar en el futuro?

Recuerdo la mala leche que tenía Albert Gil, componente de Brighton 64, hermano de la actriz Ariadna Gil y factótum de la discográfica. Él y Eneida Fever nos ayudaron mucho en nuestros inicios, Me encantaba estar en ese despacho, que en realidad era la habitación pequeña del piso de Albert fumando porros y planear un millón de cosas. Recuerdo esa época con nostalgia, pero el cambio a un a multi era lo que queríamos y allí seguimos. La verdad es que somos más de vivir el presente, que tampoco sé lo que significa en realidad.

Recuerdo mi primera entrevista con vosotros, en el camerino del Bilborock, con uno de vosotros escondido en un armario (si no me equivoco, Jes) y otro (de nuevo si la memoria no me falla, Marc) enseñándome las posibilidades de un vibrador a la hora de conseguir efectos de guitarra. Pensé: ‘estos tíos son muy rock´n´roll (risas)’. ¿Qué consideráis que queda tanto en vuestro sonido como en cuanto a vuestra pasión musical de esos tres jóvenes catalanes que estaban empezando a liarla, poco a poco, en la escena nacional?

Lo que tenemos en común con el grupo de aquella época es la búsqueda de una melodía que nos emocione. Todo lo formal ha cambiado, pero la esencia es la misma. Afortunadamente ya no somos los de antes, en el pasado, teníamos la necesidad de demostrar lo raros y locos que éramos. Ahora sufrimos teniendo la consciencia de lo locos y raros que somos.

Echando la vista atrás, ¿cuál de vuestros álbumes o temas os resulta más especial, no digo en cuanto a que os resulte “el mejor”, sino por lo que signifique para cada uno de vosotros?

‘Giraluna’ y ‘Un Día De Mierda’ son muy especiales para mí, no solo porque me parecen dos de las mejores canciones que he escrito, sino porque las disfrutamos mucho interpretándolas en directo.

Llegada la hora de la grabación de un disco, ¿cuál de vosotros es el más “puntilloso” o perfeccionista con cada toma?

Axel, sin duda.

¿Qué último concierto al que habéis asistido como espectadores os ha dejado más boquiabiertos… y por qué?

Las Ruinas, en la sala Apolo 2 de Barcelona. Tenía ganas de ver a un grupo en una sala pequeña y su punk era lo que necesitaba después de tanto bombo a negras y tanta épica.

¿Qué planes de futuro tenéis (de aquí a un año, vaya)?

Nos gustaría estar totalmente sumergidos en nuestro octavo disco.

Comentarios