Anaut: "Es fundamental que las canciones crezcan en directo"


Texto: Carlos Molina.

Anaut provienen de Madrid. Encabezados por Alberto, cuyo apellido da nombre al grupo, se han convertido en uno de los grupos más afamados de la capital con su fresca propuesta soulera, jazzística, rhythm and blues y funky. Tras su celebrado primer disco, “140”, trabajan ya en la que será su reválida, para la que apuntan algunos cambios… o añadidos. Charlamos con ellos antes de su bolo en el festival Villa de Bilbao.

Parece que tu educación musical, Alberto, (música de los años 60 y 70 circunscrita al rhythm and blues, soul y country) te llevaría a pintar tu álbum debut con estos sonidos, especialmente los dos primeros, sin desdeñar toques funky.


Qué va, si te digo la verdad estuve bastante tiempo alejado de toda esta música. De hecho, lo que empecé a tocar fue punk-rock y grunge en la onda Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden… Rock, per se, nunca he tocado. Sí que he experimentado mucho con el reggae, el funk… Me volvió un poco esa onda que mencionabas cuando me harté de tocar jazz y me di cuenta de que son estilos que siempre habían estado ahí, y que me llenaban mucho.

Pese a vuestra juventud, el álbum suena muy maduro, parece un disco construido a partir de temas muy, muy trabajados. ¿Fue así, o en realidad no dedicasteis tanto tiempo a la composición y construcción de las canciones antes de entrar al estudio de grabación?

Los temas son antiguos. Algunos de ellos terminaron de arreglarse con el piano del estudio, pero había canciones que tenían hasta cinco años de vida. Por eso, el disco salió muy natural. No tuvimos ningún tipo de presión para meternos al estudio, lo hicimos cuando consideré que teníamos ya un buen número de ellas y después de llevar a cabo un par de giras de verano. Es fundamental que las canciones vayan creciendo al acumular directos.

¿Quién se encargó de la producción de este trabajo?

Trabajamos en el estudio Musicgrama de Madrid, mítico en Madrid. Lo produjimos entre todos nosotros, pero tuvimos la suerte de contar con Paco Ortega, que es productor y padre de un amigo mío. Trabaja allí, y nos echó una mano. A veces se acercaba y nos decía: “ahí hay algo raro”, jajaja. Pero moló bastante que fuera una labor nuestra.

Disco que contó con el patrocinio de hasta 140 personas, de ahí el nombre. ¿Esperabais un apoyo así?

Más que la cifra de gente, que fue una pasada, hay que tener en cuenta que recaudamos 7.000 euros. 5.500 fueron de crowfunding. Yo estaba acojonado. Se trata de un proceso que lo hace Jero Romero, por ejemplo, que ya tiene un nombre y fans, y puede tener algo de confianza, pero no era nuestro caso. Hay que tener en cuenta que de lo recaudado, un 20% proviene de amigos, pero el resto fue de amigos de amigos, y de amigos de amigos de amigos (risas). Nos ayudó también a aumentar la base de seguidores. Gente que se ha involucró en nuestro disco y que no nos conocía de nada. Fue algo muy bonito, la verdad.

Durante el verano ofrecisteis unos 15 conciertos, mientras que acabáis de recalar en Bilbao, Huesca y Zaragoza. A mediados de noviembre estaréis en el Café Central de Madrid. Una vez labrado ya un gran nombre en la capital, ¿es vuestro próximo gran reto intentar llegar al máximo número de rincones de España?

Sí, al final es un proceso natural el salir de tu ciudad, seas de la capital, Bilbao o Murcia. En Madrid no puedes tocar más de una vez cada dos meses porque si no terminas por cansar al público. Además, llevamos año y medio con la banda actual consolidada, ya que hubo gente que estuvo en el disco pero que ahora vive en Nueva York u Holanda. Tuvimos la suerte de estar en el ciclo Girando por Salas, lo que nos permitió establecer contactos para poder tocar en más sitios. Y hay otro deseo, que es salir a tocar a Europa…

Vuestro primer disco fluctúa muy bien por los momentos más álgidos y los más recogidos, con mención especial para la funky y cautivadora ‘I´m gonna change my mind’, la desnuda y mágica ‘I will let you know’, muy a lo Elton Jonh, o el acústico cierre con ‘Who are you’. El álbum se abre con ‘Phony Money’, retazos de gospel que desembocan en un auténtico temazo de enérgico soul con un desenfrenado Hammond. ‘Jump up’ presenta un arquitectura más acústica y con espacio para los tratamientos instrumentales, incluso jazzísticos, como en las sosegadas ‘Fight Back’ o ‘Learning how to live alone’. ‘Don´t cross the line’ engancha con sus pinceladas jazz, como los aderezos country y rhythm and blues de ‘Blas’. ¿Los nuevos temas van por ese camino, o vais a introducir nuevos sonidos?

(Entra Javier Geras, bajista, en la conversación): Aún es pronto para confirmar nada, pero sí que estamos adquiriendo una tendencia más influenciada por el rock, también con soul, pero todo irá mutando hasta adquirir un sonido. Hasta ahora es lo que nos está saliendo. Lo bueno es que todos escuchamos de todo, y aunque congeniamos en bastantes cosas, no dejamos de retroalimentarnos.
(Diego Hernando, batería): Quizás están resultando temas menos sofisticados o complejos, y sí más naturales. Es probable que el directo nos haya embrutecido, que hayamos cogido más caña que lo que refleja el primer disco. Pero todavía se está terminando de perfilar todo.
Alberto: Yo es que haría un disco doble, uno de baladas y otro con temas más agresivos (risas).

Así que marcha bien la reválida de “140”…

Sí, algunas de las canciones las estamos rodando en estos últimos conciertos. La idea es sacar el 17 de noviembre un nuevo single, que saldrá solo en vinilo y digital, y que presentaremos el 21 de noviembre en el Café Central de Madrid. A principios de 2015 nos pondremos a grabar el nuevo álbum, cuyos temas tenemos ya hasta maquetados, y que esperamos tener para ese mismo verano.

¿Intentaréis buscar un sello que os lo saque, o vuestra idea es volver al mecenazgo?

Bueno, nuestra ilusión, como la de todas las bandas que actúan en el Villa de Bilbao, es ganar el primer premio para poder destinar ese dinero a la grabación del disco. Sí que tenemos muchas ganas de contar en esta ocasión con un productor artístico. Pero el modo de financiación aún no lo tenemos cerrado, no sabemos si pondremos la pasta entre todos, buscaremos un “Business Angel” de esos… Intentaremos no volver al crowfunding porque considero que sería un éxito para nosotros, como haber conseguido una madurez.

¿Cuál es el mejor momento que habéis vivido en esta “primera etapa” del grupo?

Alberto: A mí me ha gustado mucho ver cómo ha ido el proceso para encontrar la fórmula en directo de los temas antiguos. Algunos de los componentes actuales del grupo no estuvieron en la grabación del álbum debut y he disfrutado del modo en el que hemos ido perfilando qué es lo que funcionaba, y no, en concierto.
Javi: Puntualizando con algún directo, destacaría nuestra actuación en el Sonorama, ante un público en principio no muy de nuestro perfil. Al final tuvimos una recepción acojonante. Así que hacemos un llamamiento desde aquí a todos los festivales de indie… ¡podéis contar con nosotros! (risas).

Comentarios