Novedades Alligator Records / Discmedi: Marcia Ball y Johnny Winter

Texto: Txema Mañeru.

Hemos repetido hasta la saciedad que Alligator Records es el mejor sello actual de blues. También que lo lleva siendo ya unas cuantas décadas. No hay más que pasarse por www.alligator.com o por www.discmedi.com para flipar con los espectaculares discos que nos han traído tan sólo en el último año. Es el caso de los calentitos discos de un par de jóvenes hachas como Selwyn Birchwood o Jarekus Singleton. También están recientes los últimos de clásicos como Joe Louis Walker, Tommy Castro o el brutal góspel de The Holmes Brothers. Además están casi a punto otros dos veteranos y fijos del sello como Elvin Bishop o un espectacular directo a cargo de Rick Estrin And The Nightcats. Pero ahora nos centraremos en una de las mejores pianistas de las últimas décadas, Marcia Ball y aprovecharemos para recordar las reediciones de los grandes discos de los 80 del tristemente desaparecido Johnny Winter. Comenzamos por la primicia de la pianista favorita de Clint Eastwood, Marcia Ball.


Marcia Ball: “The Tattoed Lady And The Alligator Man”

Cuatro años han pasado ya desde su anterior y gran disco para Alligator nominado para los Grammy, “Roadside Attractions”. Esta gran pianista es experta como nadie en combinar el blues de Texas con los sonidos de Louisiana y Nueva Orleans. Lo ha demostrado en más de una quincena de discos. Y en los seis últimos para Alligator ha estado nominada casi siempre para los Grammy. Además ha ganado 6 Living Blues Awards y 9 Blues Music Awards, acumulando más de 40 nominaciones.

Clint Eastwood le hizo protagonista en su película “Piano Blues” de la colección sobre estas músicas hecha por Martin Scorsese. El nuevo disco arranca con el alegre y vacilón tema titular y se acerca pronto al r’n’r con la trepidante ‘Clean my house’ y sus calientes vientos. ‘Just keep holding on’ es un gran lento con buenísimos coros femeninos de aires soul que realzan su limitada pero especial voz. Su pasión por el sonido de New Orleans y sus adorados Professor Longhair y Dr. John queda manifiesta en ‘Like there’s no tomorrow’ o en el rock’n’roll acelerado ‘Get you a woman’. La única versión es para el ‘He’s the one’ de Hank Ballard, un blues lento que se acerca a la gran Etta James. En ‘Hot springs’ suena rockera y eléctrica de nuevo y su pasión por el góspel se pone de manifiesto en la solemne ‘Human kindness’ que me recuerda a Jimmy Scott o los Neville Brothers. ‘Lazy blues’ es otro gran lento de puro blues y acaba también con la estupenda y acariciante ‘The last to know’. Todo suena de miedo por la gran banda de acompañamiento y por invitados de lujo como en Hammond b-3 de Red Young o la armónica de Delbert McClinton en ‘Can’t blame nobody by myself’. Además buenos músicos de viento y excepcionales voces en los coros. Todo bien ensamblado con la experta producción de Tom Hambridge que ha ganado varios Grammy trabajando para Buddy Guy, Joe Louis Walker, James Cotton o Susan Tedeschi. ¡Sensacional artista y estupendo disco!


Johnny Winter: “Guitar Slinger” / “Serious Busines” / “Third Degree”

Al pie del canon murió en julio el bueno de Johnny Winter. Le vimos en mayo en directo y estuvo pletórico a pesar de su menguado físico. El caso es que en los 80 vivió una de sus mayores épocas de esplendor de la mano de Alligator y ahora tenemos otra vez esos discos al alcance por si no los pillaste en su día. En estos tres le acompañaban básicamente los músicos de la Icebreakers Band de Albert Collins. Con la ayuda de este legendario músico también del sello y su banda firmó un gran repaso a buenos clásicos antiguos del R&B y a estupendas creaciones propias en el “Guitar Slinger”del año 84. Lo comenzaba con ‘It’s my life, baby’ y uno de sus vertiginosos paseos por los trastes de la guitarra. En ‘Iodine in my coffee’ contaba con la destacada armónica de Billy Branch y en ‘Lights out’ con el fulminante saxo tenor deGene Barge que además hacía los arreglos para los buenos momentos de un destacado cuarteto de vientos. Brillaban también los punteos de ‘Boot hill’ o un buen y emocionante lento como ‘I smeel trouble’. Además la preciosa balada con aromas a los años 50 que es ‘Kiss tomorrow goodbye’. Quedó tan contento que en menos de un año entregó “Serious Business” con una apertura impetuosa titulada “Master mechanic” y sus característicos punteos acelerados en ‘Sound the bell’. El blues más reposado y la buena armónica llegaban con ‘Murdering blues’. Se marcaba emotivos lentos como ‘My time after ahile’ y despedía con buen honky tonk y piano aporreado en ‘Route 90’.

Cerró para bingo esta trilogía impecable en el 86 con “3rd Degree”. Lo abría con otra exitosa marca de la casa como ‘Mojo Boogie’. No faltaban los habituales buenos lentos como ‘Love, life and money’ o ‘Tin Pan Alley’ con la destacada colaboración al piano del gran Dr. John. ‘I’m good’ es otro torbellino de guitarras texanas y ‘Evil on my mind’ sonaba acústica y roots. Para el final quedaban otros dos éxitos como la acústica ‘Bad girl blues’, de nuevo con laNational Steel Guitar y la trepidante ‘Broke and lonely’ que de nuevo marcaba esos acercamientos al rock’n’roll de guitarras. También merece especial mención ese clásico “DeLuxe Edition” que recopilaba lo mejor de toda esta época en el sello del cocodrilo. De cada uno de estos trabajos aparecen al menos hasta 4 temas de cada disco. Lo inicia el picante ‘Mojo Boogie’ que también sirvió de arranque del ‘3rd Degree’. Sigue con ‘Don´t take advantage of me’, otra exhibición de sus cualidades a las 6 cuerdas que era el segundo tema también en el ‘Guitar Slinger’. Este disco se abría también con toda una declaración de principios como es ‘It’s my life baby’, tema que también tiene cabida, por supuesto, en este flamante “DeLuxe Edition”. No faltan tampoco el homónimo ‘Third degree’, el trotón ‘Broke and lonely’ o la inevitable despedida con el ‘Kiss tomorrow goodbye’. Además también tiene otro disco junto al gran Brownie McGee. Winter fue muy bueno también con sus discos más personales, además de revisando y revitalizando clásicos como el ‘Highway 61 Revisited’ de Bob Dylan o la inmortal ‘Johnny B. Good’. ¡Pura historia del blues!

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