Ingravitö: "Nuestro último disco tiene rabia, calma, dinámica, cuerpo"


Texto: Carlos Molina.

“Diario de un susurro que grita” es el segundo largo de los navarros Ingravitö. Un álbum más abierto que su debut “Transeúnte”, en el que el combo navarro toca “más palos y produce más sensaciones”, en palabras de nuestro interlocutor, el batería Mikel. Un disco en el que incluso homenajean el ‘Corazón de Tango’ de Doctor Deseo.

¿Cuándo decidís dar vida a Ingravitö, y cuánto tiempo dedicasteis a ensayar, actuar y componer temas antes de entrar a grabar vuestro primer largo, “Transeúnte”?


Ingravitö toma vida en 2010 cuando Javi (ex-guitarra) Txus (voz-guitarra) Alvaro (bajo) y yo, Mikel (batería) decidimos embarcarnos en este proyecto musical, después de haber estado todos nosotros en otros grupos anteriormente. Nos conocimos por la música y eso nos acabo uniendo. En algo más de un año componiendo, ensayando y actuando ya teníamos unos cuantos temas que queríamos grabar y nos pusimos a ello.

Album debut que salió publicado en 2011. ¿Qué es lo que más destacarías de él, y qué temas fueron los mejor recibidos por parte de vuestros seguidores, amigos, etc?

De “Transeúnte” destacaría sus potentes riffs cargados de rítmica y melodía que se entremezclan, haciendo que las canciones tengan mucha fuerza, que hagan mover el cuerpo con su rítmica. Un claro ejemplo es ‘Desiertos mojados’, tema que abre el disco con mucha rabia. ‘Circo de los sueños’ fue uno de los que más gustó, con muchos cambios de ritmo y una buena melodía. ‘El carro rojo’, canción de Los Tigres del Norte la versionamos a nuestra manera, y como es un tema que gusta en nuestra zona a la gente le apasionó.

¿Cuánto tiempo habéis trabajado en los temas de “Diario de un susurro que grita” antes de entrar al estudio de grabación para registrarlos?

Nos habrá costado algo menos de dos años entre componer y preparar para grabar. Hay que sumarle que nos quedamos sin Javi (guitarra) y tuvimos que buscar al actual guitarrista, Jorge. Y todo se fue alargando un poco.

Repetís en la producción con Adrián Vallejo. ¿Cuánto tiempo habéis estado en el estudio, y qué pensáis que ha terminado por aportar Adrián al sonido final de este álbum?

Adrian Vallejo además de un buen músico y productor es un amigo, así que nos resulta mucho más fácil trabajar. Aporta una visión externa a las canciones y sabe qué sonido es el más adecuado para el disco. Nos costaría sobre tres cuatro meses entre grabar y mezclar todo.

Apostáis por un metal contundente, con los instrumentos en un primer plano, sin desdeñar otros apuntes sonoros. Así, por ejemplo, el álbum se abre con una extrema ‘Un lugar, otro lugar’, descarga sonora con ribetes psicodélicos y melódicos. El fulgor se mantiene con ‘Una más’ y qué decir de una incendiaria (nunca mejor dicho) ‘Tras quemar París’, donde también hay algún destello melódico, como en ‘Lluvia Ácida’. El primer tramo del disco discurre sin dar respiro. Se agradece la producción poco recargada, vamos, que parece que se os está escuchando en un directo. ¿También lo veis así?

Sí. Eso era lo que pretendíamos desde un principio, un sonido claro sin que pareciese estar muy trabajado en el estudio, pero que tuviera gran pegada y cuerpo. A base de probar diferentes ecualizaciones nos pareció que ésta era la mejor mezcla.

‘Mientras muero’ y una recogida ‘Trapecios rotos’ demuestran que también os sabéis mover por aguas menos contundentes y alejadas del hard-core. ¿Intentáis ser lo más eclécticos posible, sin abrazar únicamente una sola tendencia?

Nos gusta todo tipo de música, nos dejamos influenciar y nos encanta mezclar. A pesar de ser un grupo metalero, nos parece que toda canción de cualquier estilo se puede llevar a nuestro terreno, como hacemos con Los Tigres del Norte, Doctor Deseo y alguna otra versión que sorprende bastante en directo.

‘Atardecer oxidado’ y ‘Desdibujándome’ recuperan la caña, siendo el segundo de estos cortes uno de mis favoritos del disco. ‘Un gramo’ coquetea con el hip-hop, mientras que ‘En el susurro’ sigue manteniendo álgido el nivel del LP. Imagino que estaréis más que satisfechos de cómo ha quedado el disco.

Estamos muy contentos, con la sensación de que hemos aprendido respecto al álbum anterior. Este último posee un sonido más abierto que toca más palos y te da diferentes sensaciones. Es más expresivo, hay rabia, hay calma, tiene dinámica, cuerpo, te da pie a sentir y que mantiene la calidad y la fuerza hasta el final.

El disco cuenta con un cover… y qué cover: ‘Corazón de tango’, de los bilbaínos Doctor Deseo. Un grupo, y tema, que fluctúa por aguas pop-rockeras. ¿Qué es lo que os más atrae de esta canción, en la que contáis con la colaboración de Enrique KB, de Enblanco, y qué os llevó a incluir esta versión en el álbum?

Esta es una canción que se ha escuchado mucho en estas tierras, nos gusta y nos lo hemos pasado muy bien escuchándola en las fiestas de por aquí. Para nosotros es un pequeño homenaje.

Enrique es un gran tipo que conocimos en la gira anterior, donde tuvimos el placer de compartir escenario más de una vez con él y su banda, y nos apetecía que participara en este nuevo proyecto.

También hay espacio para la explosiva ‘Ninguna guerra en mi nombre’, canción en la que os acompañáis de la banda de hip-hop de Ciudad Juárez Batallones Femeninos. ¿Cómo surgió la idea de colaborar con este grupo, y cómo llevasteis a cabo la colaboración?

Pues todo surgió de una charla que dio en Pamplona una periodista navarra que estuvo en Ciudad Juarez haciendo un reportaje de la vida en la ciudad cercana a la frontera y la realidad tan dura de sus calles. Comentó que para saber más de la vida allí podíamos escuchar Batallones Femeninos, así que escuchamos a la banda, nos gustó, nos pusimos en contacto con ellas y así comenzó todo.

¿Cómo está yendo la gira de presentación del álbum hasta ahora? ¿Qué próximas citas veraniegas podéis adelantarnos?

Está yendo bien, ya hemos presentado el CD en Pamplona, en San Sebastián y en Estella, y en agosto a finales caerá algún bolo más por nuestra tierra. Después quisiéramos salir también un poco mas por la Península, pero aún no podemos adelantaros nada…

El álbum refleja muy bien lo que estamos viviendo hoy en día. Vamos, que tiene un componente crítico muy importante, no sólo por las canciones, sino por los audios escogidos (de los filmes “El Caballero Oscuro” y “V de Vendetta”, o mediantes las voces de Juan Diego Botto o Juan Carlos Monedero). En cualquier caso, ¿fue algo premeditado, o fueron las canciones las que, composición tras composición, os terminaron llevando hasta algo así?

Es un disco que refleja la actual situación social, de descontento con las decisiones que se están tomando y el estado de desprotección en el que se está quedando el pueblo. Todo está pensado para que sea parte de un mensaje.

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