Vetusta Morla: "Vivimos el instante, no entramos a valorar en qué momento histórico está la banda"


Texto: Carlos Molina.

Pasito a pasito, Vetusta Morla (foto: Jerónimo Alvarez) continúa manteniendo su posición en lo más alto, y prestigioso, del panorama pop-rock nacional. “La Deriva” supone su tercer largo y su álbum más crudo y directo. Quizás la evolución lógica en una banda con un gran número de bolos a sus espaldas en estos últimos años (casi medio centenar ya cerrados para presentar “La Deriva”… y hablamos sólo hasta octubre). Charlamos largo y tendido con el percusionista de los madrileños, Jorge González, de esta y otras cuestiones.

Tras la primera escucha, la sensación es que nos encontramos ante el disco más crudo, o más áspero, por utilizar uno de los términos que se emplean en la hoja promocional, de Vetusta Morla. Y no esperáis para dar una buena muestra de ello, ya que la apertura con la homónima ‘La Deriva’ goza de una gran dureza en la sección rítmica, algo que te toca muy de cerca. ¿Cuándo empezasteis a tener claro que ese era el camino a seguir para este nuevo trabajo?


En realidad no podría hablar de un momento preciso, sino más bien de una evolución en nuestro sonido que se prolongó durante la gira de “Mapas”. Comenzamos los conciertos acercándonos al sonido del álbum, que era muy de ambientes y capas, más abierto, para apostar en el tramo final del tour por una mayor contundencia en algunas canciones. Fue algo que nos dejó un poso.

Cuando nos juntamos de nuevo para probar las canciones que iban a entrar en “La Deriva” nos salió esa mayor fuerza de una forma natural. Además, comenzamos a construir las canciones de forma distinta, elaborando los arreglos de la canción a partir de bases rítmicas contundentes. Eso nos dio una dirección muy clara. Cuando ya en el local escuchamos las demos nos dimos cuenta de que el sonido nos llevaba por ahí, en general. Nuestro productor también lo veía así. Quería un sonido con más aristas y rápido.

‘Golpe maestro’ también se adhiere a esa crudeza y espíritu directo. Y mantiene el discurso luminoso de que, por mucho que las cosas estén mal y parezca que estamos derrotados, podemos cambiar las tornas. Me gusta mucho el juego de intensidades y melodías de ‘La Mosca en la pared’, su halo experimental, al igual que el de la más sensual y rocosa ‘Fiesta mayor’, el carácter hipnótico de ‘Fuego’ o el acercamiento a sonidos latinoamericanos con ‘¡Alto!’. Una vez más habéis contado con Manuel Colmenero y Javibu Carretero para no quedaros a la deriva y llevar a buen puerto este álbum. ¿Cuáles dirías que son las principales facetas que hacen de ambos los colaboradores perfectos para vuestras grabaciones?

Considero que son unos perfectos catalizadores. Somos seis personas en la banda con visiones, a veces, muy diferentes. En ocasiones, cuando compones tienes un apego especial a un tema con respecto a otro. En ese sentido, ellos aportan un enfoque neutro, más frío, un criterio externo muy importante. Por ejemplo, para este disco les pasamos 16 canciones y ellos decidieron cuáles eran las 12 más destacadas para entrar en “La Deriva”.

“Hay esperanza en la deriva” decís en el primer corte. Que entre el estar quieto, hundido, y alcanzar la meta, la salvación, sea en el aspecto de la vida que sea, hay un camino intermedio: la lucha, que ya de por sí adquiere algo de amparo en cuanto a estar en movimiento. Vosotros sabéis mucho de luchar. Este es vuestro tercer trabajo y, sin embargo, parece que lleváis muchos más años, discográficamente hablando. ¿Sentís también esa madurez a vuestras espaldas?

No lo sé. Uf, en realidad esos análisis no los hacemos, posiblemente sea resulte más efectivo hacerlo desde fuera. Nosotros vamos viviendo cada momento. Por ejemplo, cuando comenzamos a componer los temas de este nuevo álbum, la sensación fue la de estar a punto de iniciar una nueva época o etapa. Primero entramos a componer, lo que en ocasiones puede llegar a saturar, después toca la etapa en el estudio, que puede resultar un poco larga, posteriormente estructurar el repertorio para la gira... vamos sintiendo todas esas fases, no tanto la reflexión de en qué momento de su historia está la banda, sino qué es lo más inmediato en cada instante, los acontecimientos que tenemos alrededor.

Te pongo un ejemplo: ahora mismo estamos muy emocionados porque en estos primeros conciertos de la gira todo nos ha ido mucho mejor de lo que esperábamos. Hemos mostrado un nivel muy alto, notamos cada vez más la experiencia de tantos años tocando. Al final no nos hacen falta tantos ensayos para alcanzar un nivel elevado. También estamos apasionados por el concepto escenográfico que estamos llevando en esta gira. Cuando lleguen los grandes festivales pensaremos: ‘guay, es el momento de preparar nuevo repertorio’, y lo mismo cuando regresemos a México.

Se os piropea por muchas cosas, pero una de las más comentadas es vuestro directo. Existe el álbum junto a la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, pero ¿tendremos la posibilidad de en un futuro más cercano que lejano poder disfrutar de un CD-DVD en directo, y más después de haber apuntalado un set-list tan majestuoso?

No… tenemos, eso sí, la costumbre de grabar directos cuando nos enfrentamos a algo especial o sentimos que la banda está en un gran momento. Con lo de Murcia pensamos que había que grabar ese concierto sí o sí, en plan: ‘a ver cuándo vamos a volver a tener detrás a setenta tíos tocando’ (risas). Vimos que sonaba muy bien y decidimos retransmitirlo. Hemos estado grabando conciertos, sí, lo que ocurre es que nosotros buscamos a todo un argumento artístico, no somos de sacar una cosa por sacarla. Así que no sé… ya te digo que cuando hay un momento especial intentamos grabar los conciertos, tenemos unos cuantos grabados. Y cuando notemos que esta gira está bien perfilada y desarrollada grabaremos alguno más… pero hasta ahí puedo decirte.

Veo hasta casi 30 fechas desde mediados de mayo hasta octubre de este año. Una pasada. Imagino que sobrellevar los desplazamientos tiene que ser una de las cosas más duras de una gira tan extensa como ésta. En ese sentido, ¿tú cómo tiendes a disfrutar esas horas de viajes? ¿Eres más de escuchar música, ver pelis o series, leer, dormir…?

Durante todas esas horas hay momentos individuales, pero también comunes. Como llevamos nuestro propio sello, solemos aprovechar de vez en cuando para reunirnos y ponernos al día con detalles del mismo. Por mi parte, me gusta descansar y a la vez madrugar siempre que puedo para acercarme con los técnicos lo antes posible a la ciudad y poder pasear por ella, porque si no te metes en un bucle del que no consigues salir y te da algo.

Entre esas fechas, y además de la cita bilbaína de este sábado en la sala Santana 27, con entradas agotadas, repetís visita al BBK Live. Y ya van unas cuantas. ¿Qué es lo que más destacaríais de este festival?

Para mí, sin duda, se trata de un festival muy especial por el nivel del cartel que acumula año tras año. Me gusta su apuesta por bandas internacionales emergentes que, pasado el tiempo, siempre suelen alcanzar el éxito. Tiene un alto nivel del acierto. También posee grandes nombres de lo más atractivos. Me fastidia que este año, por ejemplo, no podré ver a los Black Keys porque nos tenemos que ir antes de su bolo.

Se trata de un festi que está haciendo un hueco cada vez mayor a bandas nacionales, dándoles un mayor reconocimiento. Sé que hay mucha gente que se queja por el lugar en el que se ubica y tener que desplazarse hasta allí, pero para mí la localización es un puntazo, y el equipamiento técnico que ofrece a las bandas es muy alto.

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