Katarsick: "Quizás poner en duda todo lo que nos rodea sea ya de por sí algo esperanzador"



Texto: Carlos Molina.

Cerca de alcanzar su primera década como banda, los catalanes Katarsick acaban de lanzar su debut discográfico, “Insane Inside”. Un álbum metalero, sí, pero repleto de matices. Un notable primer disco del que hablamos largo y tendido con Cristian Ramos, bajista del combo.

Aunque la banda lleva en activo desde 2005, no es hasta el pasado año cuando os decidís a registrar vuestro debut discográfico. ¿Qué os llevó a formar Katarsick, y qué podéis contarnos de la demo que grabasteis hace cosa de tres años?


Los motivos que nos llevaron a formar el grupo no tienen nada de especial. Katarsick nació, como la mayoría de bandas, de la amistad y la pasión que sentíamos hacia la música. Del típico sueño adolescente, en definitiva. Con el paso del tiempo, concierto tras concierto y gracias a la respuesta de la gente, nos planteamos tomarnos más en serio este proyecto, darle forma y dirigirlo hacia el punto en el que se encuentra en estos momentos. La demo que grabamos hace unos años en nuestro propio local de ensayo acabó siendo el motivo principal por el que posteriormente decidimos entrar en un estudio: necesitábamos sí o sí la figura de un productor, alguien que no estuviese viciado, que no conociese las canciones y fuese capaz de valorarlas desde la distancia. Siempre había algo de lo que grabábamos que no nos acababa de convencer.

¿Cuántos conciertos habéis acumulado -aproximadamente- antes de dar forma a este “Insane Inside”?

A decir verdad no llevamos la cuenta, pero serán alrededor de unos 80 conciertos. Puede que no sea una cifra muy elevada, sobre todo si tenemos en cuenta los años que llevamos como banda, aunque podemos asegurar que desde hace un par de años venimos trabajado duro para mejorar nuestro directo y puesta en escena y damos la sensación de estar mucho más experimentados.

Un debut que, además, ha encontrado acomodo en uno de los sellos más importantes de la escena metalera nacional: Fair Warning. ¿Cómo entrasteis en contacto con la gente de Fair Warning, y qué bandas destacaríais de su catálogo?

Estuvimos buscando la manera de distribuir nuestro disco y llegar al máximo de gente posible (no sirve de nada mimar tanto un producto si luego no llega a la gente). Contactamos a través de una amiga que trabaja con ellos y tras barajar varias posibilidades vimos que eran los más profesionales y con los que llegábamos a un acuerdo mejor para las dos partes. Nuestro CD es totalmente autoeditado y autofinanciado y Fair Warning nos echa una mano para llegar a la gente. Todo su catálogo son grupos de calidad y eso también es lo que nos hizo decidirnos.

Para este primer trabajo habéis contado con la producción de Gorka Dresbaj que ha trabajado, por ejemplo, en el último proyecto de Morti, Inmune. ¿Qué os llevó a apostar por él, y qué consideráis que ha terminado por aportar al sonido de Katarsick?

Si una cosa teníamos clara era que el disco tenía que sonar profesional. Llegados a este punto lo primero que hicimos fue poner en común discos que nos habían marcado de algún modo, sobre todo a nivel de producción. Discos de esos que cuando los escuchas dices: “¡Joder, yo quiero que mi banda suene así!”. Obviamente nombres como Ross Robinson, Andy Sneap o Collin Richardson tardaron poco en aparecer. Recuerdo que por aquel entonces Juan (voz) empezó a informarse y a establecer contactos con reconocidos productores internacionales (Michael Beinhorn y los estudios del propio Andy Sneap) para poder empezar a elaborar un primer presupuesto. Pero el hecho de salir a grabar fuera era menos cómodo y suponía otros gastos adicionales (viajes, alojamiento...) que encarecían en exceso la operación. Una vez descartada esta posibilidad empezamos a mirar estudios más cercanos y en cuanto escuchamos los trabajos de Gorka con otras bandas supimos que la búsqueda había finalizado. Todo lo que andábamos buscando estaba a la vuelta de la esquina. Gorka ha sido determinante. Ha supuesto un punto de inflexión para la banda. Nos ha hecho crecer como músicos y se ha implicado al 150% en el proyecto. Se preocupó para que dispusiésemos del mejor material a la hora de grabar, vino a ensayos, se llevó las canciones a casa para estudiarlas a conciencia, nos ayudó con los arreglos, se adaptó a todos y cada uno de nosotros... En fin, qué podríamos decir que no hayamos dicho ya del él. Es el séptimo miembro de la banda y ha hecho el disco que queríamos.

Una intro nos lleva hasta unas señales horarias que parecen invitarnos a despertar. La homónima “Insane Inside” va directa a la yugular. En vuestras letras os centráis en el individuo, en la sociedad del momento y en los “procesos de deshumanización”. En este sentido, consideráis a “Insane Inside” un disco con un mensaje para alertarnos de los peligros de la sociedad actual, pesimista, esperanzador?

Creemos que existe cierta dualidad. No hay duda que hay un claro trasfondo pesimista y que la sociedad moderna es una gran fuente de inspiración para nosotros. No obstante, y alejados de cualquier tipo de ideología, nos gusta plantear ciertas cuestiones, ejercitar el razonamiento y favorecer la reflexión. Quizás poner en duda todo lo que nos rodea sea ya de por sí algo esperanzador.

Se os cataloga como un grupo de metal moderno, contundente y agresivo, pero sin desdeñar el componente melódico. Un buen ejemplo son el tercer y cuarto corte del álbum, “Damnation” y “Not me”, así como “Genesick”, posiblemente de lo mejor del álbum, en el que se aprecia muy bien esa línea metal-trash con aderezos grunge con la que os presentáis en vuestro facebook. ¿Añadiríais algún detalle más a esta definición de vuestra personalidad sonora?

Somos un grupo con muchas y muy variadas influencias, aunque consideramos que lo que hacemos es metal sin más etiquetas que ésa. Nos han dicho de todo (en el buen sentido de la palabra): que si nü, que si thrash, que si doom... Últimamente nos están catalogando como groove metal. Mientras nuestra música guste y llegue a la gente, poco nos importan las etiquetas.

Otros ejemplos de que no estáis encerrados en una sola propuesta los tenemos en el corte final del disco, un “Ascension” que adquiere un tono experimental, mientras que hacia el ecuador del álbum “Memento Mori” adopta una arquitectura acústica. De todos modos, ¿consideráis que ya habéis logrado una personalidad sonora con la que desarrollar vuestros futuros discos, o creéis que todavía os queda por evolucionar y probar en cuanto a sonidos?

Tú mismo lo has dicho: no nos cerramos a nada. El disco, de hecho, es muy variado. De todos modos es una pregunta difícil de contestar. Esta era simplemente la música que llevábamos dentro desde hacía tiempo. Los caminos del músico son inescrutables...

La abrasiva “Roundup ready people”, “Idem Ordo Saeculorum”, “Bury” o “Sorethroat” serán, a buen seguro, de los momentos más celebrados de vuestros directos. El Insane Tour ya ha comenzado, con fechas en Zaragoza, Sabadell, Pamplona, Granollers, Castellón, Manresa, Valencia, la sala Barracudas de Madrid… ¿Cómo están yendo los primeros conciertos del tour? ¿Hay alguna otra cita recientemente cerrada que nos podáis adelantar?

Pues por el momento ya hemos tocado, por ejemplo, en Zaragoza y Sabadell y realizamos un concierto acústico el pasado día 13 de marzo en la FNAC de Diagonal. Las sensaciones están siendo muy buenas, la verdad. La gira no está cerrada, pretendemos ampliarla con más fechas que se están negociando, aunque sentimos no poder avanzar novedades.

En Zaragoza compartisteis cartel con Blaze Out y Skator. ¿Cuáles son las bandas nacionales e internacionales que más seguís actualmente? ¿Qué propuestas actuales querríais destacar?

En cuanto a bandas consagradas podríamos citar a Vita Imana y Angelus Apatrida. No obstante, sentimos que la escena está muy viva y hay muchas otras bandas nacionales a las que admiramos y a las que no habría que perder de vista como son los propios Blaze Out, Vórtice, Rather Be Alive o The Last Request. En lo referente a metal internacional diremos Gojira, Sepultura, Meshuggah, Five Finger Death Punch, Periphery y Anthrax.

El disco cuenta con una coqueta presentación: un digipack de tres cuerpos plateado envasado al vacío con el nombre de la banda en relieve. ¿A quién se le ocurrió esta idea? ¿Cómo valoráis la repercusión, tanto mediática como en ventas, que está teniendo hasta ahora?

La idea se le ocurrió a Juan (voz). Siempre está dándole al coco y rizando el rizo. La intención no era otra que la de sorprender, ofrecer algo nuevo y darle valor añadido al CD. Por eso se ha cuidado todo tanto al detalle. Más allá de la música, tal y como está el mercado en la actualidad, nos sentíamos en la obligación de innovar. Respecto a las ventas no podría decirte mucho por ahora, todavía es pronto, pero consideramos que la acogida en general está siendo muy buena.

También contáis con un videoclip del tema “Not me” dirigido por Ibon Antuñano, que ha trabajado con Berri Txarrak o Sober, de estética vibrante y del que varios de los comentarios vertidos en youtube asemejan a algunos facturados por Slipknot. ¿Qué queríais reflejar en este video?

Llegados a este punto nos gustaría destacar la labor de Ibon. Nos sentimos realmente privilegiados por haber tenido la oportunidad de trabajar con un director de su categoría. Estamos muy, pero que muy contentos, con el resultado. Así como con la producción del disco no lo teníamos tan claro desde un principio, con el videoclip no hubo discusión. Todos sus videoclips son excelentes. No es casualidad que todas las bandas importantes de este país lo elijan a él. Básicamente queríamos un montaje frenético. Respecto al sentido del videoclip y simplificando mucho el significado de la canción lanzaré la siguiente pregunta al aire: ¿Preferimos alimentar máquinas o personas?

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