Joel Reyes: "En 'Eléctrico' he apostado por el menos es más"


Texto: Carlos Molina.

El ex componente de Baked Beans Joel Reyes deja aparcado su proyecto de Malacabeza y se lanza de lleno a un intenso disco en solitario: “Eléctrico” que, valga la paradoja, apuesta por una arquitectura minimalista y sencilla. Un álbum más que notable del que hablamos con el músico catalán.

Se apunta en tu hoja promocional de que combinas las influencias más clásicas y la canción de autor. Sobre “Eléctrico” se apunta, así, que sobrevuelan nombres como los de Tom Petty, Neil Young, Neal Casal, REM, Jack Johnson, Passenger, Antonio Vega o Enrique Urquijo. Los dos últimos vienen mucho a la cabeza tras escuchar el confesional tema de apertura “Universos paralelos”. ¿Cómo definirías el patrón sonoro en el que te mueves actualmente?


Cuando entramos a grabar “Eléctrico” sólo teníamos la premisa de que queríamos algo muy sencillo y acústico conceptualmente hablando, algo que no estuviera alejado de lo que la gente iba a encontrar en los directos, en los que, en la mayoría de las ocasiones, estoy yo solo a guitarra y voz. Queríamos algo cercano al proceso de composición que suelo seguir, con pocos artificios y un sonido lo más cálido posible. Luego las canciones eligen el traje que mejor les queda, no hay prejuicios en ese sentido.

La producción de “Eléctrico” ha recaído en Miguel Zanón, que también se ha encargado de los arreglos, guitarras acústicas, bajo y programaciones. ¿Cómo ha sido el trabajo con él, y cuál crees que ha sido su mayor aportación a la arquitectura sonora del disco?

La aportación de Miguel al disco va mucho más allá de lo puramente musical. Hemos llegado a un punto de entendimiento tal en el que nos leemos mutuamente y todo es fluido y sencillo. Su metodología de trabajo es muy instintiva y rápida y cuando planteamos este disco, lo hicimos partiendo de la espontaneidad y el no plantearnos demasiado las cosas para que quedara lo más fresco posible. El tiene la visión general del disco mucho antes de que esté acabado y eso me da una tranquilidad muy importante. En los momentos de caos él sabe donde quiere llegar y eso calma mis demonios.

El disco suena como dices directo y poco recargado (ahí está el ejemplo de la casi acústica “Baila”: tu voz, unos rasgueos de guitarra y poco más para llegar al corazón del oyente). Es emocional, evocador, pero alejado de barroquismos. Otro ejemplo clarificador: el homónimo “Eléctrico” se asienta en guitarras, ukelele y programaciones.

Justo ese fue el punto de partida. El menos es más. Cuando veíamos que una canción aguantaba con lo mínimo, nos quedábamos ahí. Es muy sencillo sobrecargar una producción, porque vas probando, y en un principio, todo te sorprende, pero es ahí cuando tienes que saber ver si estás aportando algo a la canción o simplemente adornándola.

Dice también la hoja promocional que este álbum contiene, respecto a otros tuyos anteriores, un mayor componente folk, como el ukelele que transmite luz a un tema que podía haber caído en el drama, “No sé qué hacer contigo”. O esas guitarras fronterizas detrás de “Por esta noche” y algunos de los pasajes de “Nunca he bailado bien”, uno de los mejores momentos del álbum junto a un “Eléctrico” de fascinante estribillo y agradecido, muy agradecido, espíritu luminoso. “Si supieras”, en la que te acompañas de la voz de Sus Reche, posee un toque aflamencado. Un folk que, a mi juicio, no desplaza para nada al pop, sino que se abraza a él. ¿También lo ves así?

Me gusta cómo aúnas todas esas ramificaciones que para mí, parten de un lugar común, aunque con diferentes orígenes. Las etiquetas son algo con lo que no me llevo demasiado bien, puesto que creo que son recursos estilísticos que no deben condicionar al creador. El punto de partida del blues, el folk o el flamenco, es el mismo. Músicas de raíz que definían la cultura de diferentes pueblos y que convergen en un lenguaje que todos asumimos como más común que es el pop, que no olvidemos que tiene su origen en la palabra popular. El hecho de querer utilizar elementos como el ukelele, la mandolina o la guitarra española era una manera de abrir el abanico de posibilidades sonoras, aumentar los colores de la paleta y no limitarlos a las guitarras acústicas o eléctricas. Escucho mucha música diferente y al final todo acaba filtrándose por mi forma de componer o expresar mis emociones.

No podemos dejar de mencionar las otras colaboraciones que aparecen en el álbum: Alfa (Le Punk, Buenas noches Rose) en “Es lo que hay”, de nuevo con ecos de Vega y Urquijo, Fran Fernández (en una desbordante “Me dejaré llevar”) y el rockero murciano Carlos Vudú con la también intensa “La reina del baile”. Todas ellas con gran protagonismo del piano, especialmente en el tema junto a Fran. ¿Por qué te decidiste a contar con ellos en este álbum, y cómo resumirías en una sola frase la aportación de cada uno a su tema?

Las colaboraciones de este disco han sido fruto de un proceso natural, que es como entiendo una colaboración. A Alfa lo conocí en un concierto benéfico en que coincidimos y acabamos bebiendo tequila y hablando de música en el camerino, congeniamos de forma inmediata y siempre me ha gustado lo que hace, para mí aporta humo y taberna a una ya de por si resignada “Es lo que hay”. Fran me parece una de las voces más espectaculares del panorama de la canción de autor y ha sido una gozada contar con él. Esa canción me pone la piel de gallina cada vez que la oigo. Y con Carlos he vivido unas cuantas batallas a lo largo de los años y me gusta mucho lo que hace, es otro gladiador de este oficio y junto a Lucas Albaladejo, el pianista de su banda, han llevado “La reina del baile” a un lugar muy bello y sincero.

El piano construye también la sentida “Mis posesiones”, mientras que una “desnuda” “Universos paralelos” despide este trabajo. Aparte de por bandcamp, ¿por qué otros canales puede la gente disfrutarlo?

Es una autoedición de los pies a la cabeza. Malacabeza Records lo edita, que vengo siendo yo. De hecho me he encargado del diseño de la portada y hasta he realizado el videoclip de “No sé qué hacer contigo” con la única ayuda de mi iPhone. En estos tiempos, la autogestión y la multitarea son, casi, las únicas formas de sobrevivir en este mundo y de seguir creando música. Actualmente estoy en tratos para firmar un contrato de distribución digital y que el disco se pueda encontrar en Spotify, iTunes y demás plataformas digitales, así como en YouTube. Estoy intentando cuidar mucho el tema de mostrar a la gente que me sigue videos en directo, ensayos, temas inéditos, cualquier cosa que, si bien no siempre tiene la calidad deseada en cuanto a medios, creo que aporta un toque de cercanía a nuestro trabajo y la gente lo agradece.

(Foto: Daniel Moreno)

“Eléctrico” es tu sexto trabajo, sumando tus trabajos en solitario y con Baked Beans. ¿Qué piensas que es lo que más has aprendido, a nivel musical, desde la grabación de tu primer álbum con Baked Beans hasta la entrada al estudio para registrar este “Eléctrico”?

He mejorado como compositor. También me siento mucho más cómodo en el estudio y disfruto mucho más del proceso de producción. Cuando empiezas en esto sufres más en el estudio. Han pasado casi 18 años desde que entré a grabar el primer disco de Baked Beans y creo que hay mucha vida de por medio, muchos conciertos, muchas experiencias y mucho aprendizaje. Mi voz se ha curtido, he aprendido a convivir con ella y a sacarle más partido, me siento más orgulloso de mis canciones y de cómo las defiendo en directo. 18 años dan para mucho y no me puedo quejar de lo vivido y aprendido en el proceso.

Echando la vista atrás, ¿cuáles son tus mejores recuerdos de tus años en Baked Beans? ¿Y qué es lo que más aprecias de tu trayectoria en solitario?

Baked Beans me curtió como cantante y frontman. Apenas tenía experiencia cuanto empecé con ellos y estaba muy verde en muchos sentidos. De pronto me vi tocando para mucha gente y teniendo que gestionarlo, lo cual no siempre es fácil. También evolucioné mucho como compositor con ellos y, por supuesto, lo pasamos muy bien. Mi recuerdo, en general, de esa etapa es positivo. Y respecto a mi carrera en solitario, lo que más valoro es mi capacidad de reinvención. Pasé de tocar en Benicassim a llegar a Madrid con mi guitarra y tocar para cuatro que apenas si me prestaban atención. Empecé de cero y supe encontrar mi lugar de nuevo y aguantar el chaparrón cuando tocó hacerlo.

¿Por qué el salto de Malacabeza a Joel Reyes? ¿El proyecto de Malacabeza sigue vigente, encontrándose como apuntáis en la última entrada del blog, “en periodo de hibernación”, o lo de Joel Reyes va para largo?

Creo que he encontrado la manera de compaginar ambas cosas. Malacabeza, si bien empezó siendo mi proyecto en solitario, se convirtió en cosa de dos cuando Ramonet empezó a forma parte de él. Los últimos años han sido muy intensos y ambos necesitábamos un respiro para hacer otras cosas. De hecho el tercer disco de Malacabeza está grabado y no tardará en ver la luz. Me siento muy a gusto con lo que estoy haciendo ahora y quiero que tenga continuidad, pero no creo que ambas historias sean incompatibles.

Hay hasta 14 fechas confirmadas hasta finales de mayo para presentar este trabajo. Algunas de ellas junto a Alfa, y con varias paradas en Madrid y Valencia. ¿Qué tal han ido los primeros conciertos de presentación del álbum?

Estoy muy contento y sorprendido con la acogida que está teniendo tanto el disco como la gira. Cuando me planteé la gira lo hice con prudencia, dejando que los resultados me marcaran el camino a seguir, pero ahora estamos hablando de una gira que cuando termine estará cerca de las 45 fechas.

Aprovechando esa cita en el Festival Gradual navarro, ¿tienes intención de hacer alguna fecha más en el norte?

A día de hoy hay fechas cerradas en Gijón, Oviedo y estamos mirando posibilidades en Bilbao, San Sebastián, etc. La verdad es que me siento muy a gusto en gira y me encanta ir a cualquier lugar donde mi propuesta sea bienvenida.

¿Tu idea es combinar formato banda y acústico dependiendo del local y lugar?

La mayor parte de la gira va a ser en acústico, yo solo o acompañado de otros compañeros de batalla, pero ahora estoy empezando a presentar un formato trío que me parece más que interesante y que abre un abanico nuevo de posibilidades a la hora de afrontar las canciones.

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