Kiko Veneno, Loquillo y Rafael Berrio: cinco décadas, y en forma

Texto: Txema Mañeru.

A primera vista te parecerá que estos nombres no tienen demasiado en común. La verdad es que musicalmente no tienen mucho en común. Pero sí coinciden en grabar todos en DRO/WARNER y también en el hecho de llevar trabajando en esto de la música durante 5 décadas distintas. ¡Ahí es nada! Lo más reciente lo ha firmado el más veterano, KIKO VENENO con una placentera “SENSACIÓN TÉRMICA”. El que más meses lleva en el mercado es el de LOQUILLO. El más cercano a nosotros lo firma nuestro paisano RAFAEL BERRIO y sus íntimos “DIARIOS”. Tienes en todos los casos más información en www.warnermusic.es. También te enterarás de lo nuevo de otros veteranos como Fangoria y de mucho y jugoso material internacional.



RAFAEL BERRIO: "DIARIOS"

Comenzamos por nuestro paisano RAFAEL BERRIO que ha firmado este delicioso cuaderno de bitácora titulado “DIARIOS”. Este donostiarra es protegido y admirado por Mikel Erentxun y Diego Vasallo. Con pasado en los ochenteros UHF y espectaculares aventuras posteriores como Deriva y Amor A Traición, este es el segundo disco a su nombre. Antes estuvo su aclamado críticamente (al igual que lo está siendo este y con justicia) 1971 (Warner), grabado hace tres años. Ambos están grabados, producidos y arreglados por el pianista Joserra Senperena que trabaja o lo ha hecho con Fito & Fitipaldis, Duncan Dhu o La Buena Vida y que tiene recién publicado el muy interesante 10 Trio Piano, Biolin Eta Akordeoiarako (Gaztelupeko Hotsak) con mayor inclinación hacia el jazz instrumental. Y el piano es el que dirige la mayoría de las canciones aquí, pero en bastantes hay mayores arreglos orquestales (también de Senperena) que en el disco anterior. Así arranca con la emocionante “La alegría de vivir”, con el piano y el ritmo de vals al estilo Leonard Cohen, que junto a Jacques Brel y la chanson, son las principales referencias del Berrio. También tenemos algo aquí y en otros temas del Tom Waits más apaciguado. Brillan además de inicio esos mencionados arreglos de orquesta con preponderancia para las cuerdas. “En las lindes del fin” sigue similares derroteros y tiene una letra muy relacionada con la buena literatura. Este es el otro punto clave del donostiarra. Sus maravillosas historias y apasionadas historias creadas para ayudarse y ayudarnos a comprendernos mejor. “Las pequeñas cosas” me trae a la mente otra de las influencias básicas que aprecio; se trata de la orquesta parsimoniosa fluyendo al estilo del “Paris 1919” de John Cale. ¡Palabras mayores! En “Insomne” también me viene el nombre del ex Velvet Underground a la mente, así como el de Antony & The Johnsons o Yann Tiersen. Me encanta “La Desgana” y esta vez esa entrada del piano me hace recordarme con nostalgia de la buena del “Soft Verdict” de Wim Mertens. En otros temas nos habla de personalidad y las opiniones de la gente (“Mi Reputación”) o de los estragos de la droga cuando era joven (“Santos Mártires yonquis”). El final para “María Inmaculada” tiene unos violines que te mecen para un confortable sueño. Debiera acercarse algo a la popularidad de sus compañeros en este artículo, porque calidad le sobra.



KIKO VENENO: "SENSACIÓN TÉRMICA"

Seguimos por el más veterano y simpático de todos. Y yo amo a este “gitano andaluz” de Figueres desde aquel lejano e insuperable debut del 77 como Veneno y grabado junto a los hermanos Amador (Pata Negra). También le amo por “Volando Voy”, creada por él para el gran Camarón De La Isla. Además gocé el año pasado (como lo hice en su momento hace 20 años) con la reedición de su mejor obra en solitario, el gozoso y divertido Échate Un Cantecito. Pero lo cortés no quita lo valiente. Ya nos había sorprendido en otras ocasiones con bruscos giros estilísticos y sonoridades diferentes como ocurrió con Seré Mecánico Por Ti. Así, la primera escucha de este Sensación Térmica (DRO / Warner) con la actual producción de Raúl Fernández “Refree”, me dejó una “sensación térmica” de mucho frío. Pero como ya sé cómo las gastan Kiko y Refree le he seguido dando oportunidades. He empezado a saborear las canciones, las magníficas historias (otra vez más unas con humor, otras con amor o desamor y otras con alegre ironía) y las capas de arreglos e instrumentos. Con todo ello he ido entrando en el disco y me he dado cuenta que es un trabajo estupendo. Totalmente distinto a su anterior y también redondo, Dice La Gente (DRO / Warner) pero tan o más disfrutable. Es una gozosa revolución con múltiples asideros y buenas canciones. Además con un equipo de músicos y cantantes de primera, con especial mención para Refree, claro, que se encarga de más de una docena de instrumentos. No extraña que se le haya nombrado Premio Nacional de Música Actual a Kiko porque suena moderno y sorprendente sin perder su habitual magia. Te daremos breves pistas para que te sorprenda más. Tienes el romanticismo puro de “Los Planetas”. Una balada junto a Silvia Pérez Cruz como “Namasté”. Hay denuncia social con electricidad en “Mala Suerte”. En “Sabes O No” huele a rumba eléctrica con guitarras que parecen las de Marc Ribot (Tom Waits). Es increíble “No Cal Patir” con su melodía que te mata y unos estupendos coros. Se atreve también con una letra de San Juan de la Cruz como es esa “Malagueña De San Juan De La Cruz”. Se muestra desesperanzado por una perdida en “Sensación Térmica”, el tema final. ¡Lo ha vuelto a lograr! ¡Tiene la magia de los elegidos!



LOQUILLO: "LA NAVE DE LOS LOCOS"

Acabamos con el de más repercusión comercial y mediática. Ni el cambio de década (ya supera los 50) arredra al arrogante Loco. Quizás otros estarían ya plegando velas. Él, hace todo lo contrario. Tercer disco en poco más de un año. “SU NOMBRE ERA EL DE TODAS LAS MUJERES” (DRO / Warner) fue su inmejorable regreso a los discos de poetas. El DVD + compacto “LOQUILLO EN MADRID” (DRO / Warner) la plasmación en vivo de esa gira tan especial. Ahora tocaba descansar o continuar con relajados sonidos. Pero no, a LOQUILLO le gusta nadar contracorriente y quería hacer un disco de crudo rock’n’roll para expresar sus opiniones contra lo que nos está tocando tragar en estos tiempos duros de crisis creadas desde arriba. En su estupendo “BALMORAL” ya había compuesto para él de nuevo el gran Sabino Méndez. Pero nadie se esperaba un disco completo compuesto sólo por él. Sólo por ese detalle ya tendría capturado al público (bastante numeroso) que todavía le sigue desde los 80. Pero eso no es suficiente para él. El disco “LA NAVE DE LOS LOCOS” (DRO / Warner) se ha grabado a la antigua usanza con casi todo grabado en vivo y con la experta producción de Jaime Stinus, ya habitual. Entre Jaime, Igor Paskual y Josu García tocan casi dos docenas de diferentes guitarras de lujo. Santi Comet se sale con un montón de teclados y especialmente con el Rhodes y un Hammond B-3 espectacular. Es un disco de rock urbano (como lo fue “En Las Calles De Madrid”) para gente que vive en la calle y que lo está pasando mal. El inicio es inmejorable con “La Nave De Los Locos (Sin Novedad En El Paraíso)”. Buen rock épico con excelente órgano y gran letra sobre la cruda actualidad y esos coros que dan forma de himno. “El Mundo Necesita Hombres Objeto” tiene un riff que me recuerda a The Clash y “Contento” es el primer single con gancho y quizás “falsamente contento”. Tiene también un gran videoclip de su amigo Oscar Aibar. Me encanta la letra y la melodía con gancho de “De Vez En Cuando Y Para Siempre”. “Planeta Rock” es otro himno de melodía pegadiza y “Luna Sobre Montjuic” otra de esas preciosas baladas que sólo Sabino sabrá crear y que sólo Loquillo sabe cantar o recitar así,… con elegancia. “Canción De Despedida” es una buena despedida como bonus-track. Tiene otro estribillo contagioso y es un dueto con Mikel Erentxun que acaba con las palabras “giñado el ojo a este pecador”. Ahora nos queda cruzar los dedos y soñar con una próxima gira rock para presentarlo con el sexteto y también con una cuarta guitarra,… la de Sabino Méndez. ¿El siguiente paso? De momento, no creo que ni El Loco lo sepa. Le gusta dejarse llevar por sus impulsos vitales. ¡Los que tuvieron, retuvieron… y guardaron para la vejez! Eso dice el dicho, pero este trío no está nada viejo musicalmente.

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