Entrevista a Depedro: “La música es muy tacaña, si no le das, no te otorga nada”



Texto: Carlos Molina.

El amigo Jairo lo ha logrado. No hay dos sin tres, y qué tres discos… El último, La increíble Historia de un Hombre Bueno, nos regala 13 temazos como trece soles. Desde los aires recogidos de “Una vez más”, la bella y fronteriza “Sanity” con Nick Urata o “You and I”, junto a Bernard Fanning ,al jugueteo de “Un hombre bueno”, pasando por la crítica “¿Qué habéis hecho?”, la desgarrada “Ella sabía” o la onírica “Invulnerable”, en la que Jairo se acompaña de Tony Allen. Discazo.

Ya has alcanzado tu tercer disco. El primero suele ser como tirar una moneda al aire. El segundo no deja de convertirse en una reválida, algo tampoco sencillo de superar. Llegar al tercero es todo un logro, y más cuando se alcanza con un estatus como el tuyo. Cuando te encontrabas trabajando en ese primer disco, ¿soñabas con poder llegar a un tercer largo con un reconocimiento del público, los medios y tus compañeros como el que gozas ahora?


Soy el primer sorprendido, no sé cómo explicarlo… podría decirse que he tenido un montón de accidentes felices y la fortuna de hacer la elección correcta en cada momento. Con este tercer álbum sí que me he dado cuenta que Depedro es una realidad, se ha convertido en la actividad musical que más me ocupa.

Un trabajo que tú mismo has producido, y que cuenta con un gran número de temas. Me comentaba tu compañero Lucas que cuando ejerciste de productor de su disco como Pez Mago, lo primero que hiciste fue borrarle de un plumazo un buen número de canciones que tenía compuestas. En tu caso, ¿cómo eres como productor contigo mismo? ¿Muy exigente, de buscar lo excelso en cada tema, más de captar el momento aunque haya alguna imperfección…?

Así que has hablado con Lucas. Muy bien, muy bien… (risas). Mira, yo no tengo compasión. La música es muy tacaña. Si no le das, no te otorga nada. No hay amigos en la música. Quiero decir respecto a los conceptos musicales. Y también soy muy duro conmigo mismo. Si algo no me convence, lo tiro, ni lo maquillo, ni le doy vueltas…

Te lo voy a explicar de otra manera: Antes, si tenía un trozo de madera, veía una lechuza, e iba tallando hasta que salía esa lechuza que yo quería. Ahora, sin embargo, lo que voy haciendo es ir quitando lo que no me gusta de la madera y no sé qué es lo que va a resultar, pero sí que tengo claro qué es lo que no me gusta de esa madera.

La etiqueta folk ha ido tan asociada al proyecto de Depedro desde un primer momento, que no sé si tú “luchaste” de algún modo en este tercer trabajo para que ese concepto quedara más diluido que en otros trabajos, como al final resulta.

He terminado muy satisfecho de este disco, al primero que le tiene que gustar un álbum es a mí. Lo de las etiquetas… es normal, entiendo que haya que definir las cosas. Lo que ocurre es que cuando yo comencé con Depedro no sabía qué iba a pasar, de verdad. El primer álbum fue en plan: “voy a grabar estas canciones”, contando con la suerte de que mis amigos de Caléxico me ayudaron a grabarlo. Mis canciones al final no dejan de ser temas minúsculos que se pueden defender con guitarra y piano, y los arreglos son caprichos musicales con lo que maquillo eso, pero la canción es la canción.

Mira, me facilitas una pregunta. Visitarás Bilbao el próximo 25 de mayo en concierto. ¿Qué nos puedes adelantar de lo que podremos disfrutar en cuanto a set-list y formato?

Voy a hacer una gira con la banda. No tengo músicos, sino artistas. No me creo poder disponer de unos artistazos así. Tocaré temas del disco nuevo, pero no olvidaré aquellos que me han llevado a estar hablando ahora contigo. El directo es otra cosa, hay que hacer un show, que la gente disfrute con nosotros.

Hay canciones muy concienciadas, revestidas de un halo de luz. Lo más fácil con lo que estamos viviendo sería haber caído en el pesimismo, pero no ha sido así.

Soy una persona muy curiosa, y creo que sólo vamos a vivir una vez. Lo que tampoco soy es un iluminado, ni alguien panfletario. Me voy a quedar con algo que dijo Sampedro antes de irse: “hay que hacer un canto a la vida”. Hay una manera de tirar hacia delante, y la vamos a encontrar.

Eres un nómada musical, desde tus años en Vacazul y 3.000 Hombres hasta ahora, primero por toda España y posteriormente como Depedro por todo el mundo. Cuando regresas a nuestro país, ¿qué escena musical te encuentras? Porque yo soy de la opinión de que hay muchos grupos que destacar, algunos fuera del mainstream o del foco mediático, pero muy interesantes.

Pienso lo mismo que tú. Tenemos suerte de contar con tanto talento. Nuestro país es un crisol de culturas y de inquietudes que se reflejan en nuestra escena musical. Y también nos ven así desde fuera. De todos modos, intento estar cada vez menos tiempo fuera de casa porque tengo una vida, la música es muy importante para mí, pero tengo muchas más cosas.

Has contado con la colaboración de un buen número de artistas, y qué artistas. ¿Cómo describirías lo que ha aportado cada uno de ellos a su tema con una sola frase?

He vuelto a tener mucha suerte otra vez. Tony Allen le ha dado un sentido mucho más luminoso a la canción que la que le hubiera aportado una batería convencional. La gente de Caléxico siempre me ayuda a encontrar la ecuación perfecta. Nick Urata tiene el rollo del gitano de Denver. Ha hecho de una canción pop algo muy cosmopolita. Y Bernard Fanning al final se quedó cantando la canción, le dije: “tío, cántala tú, que tienes mejor acento que yo, que soy de Aluche” (Risas).

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