Los últimos pelotazos de 4AD / POPSTOCK! (Por Txema Mañeru)


Uno de los sellos más exquisitos entre la multitud que distribuye Popstock! es 4AD. Ya el año pasado se despidieron con el último de THE NATIONAL que estuvo entre los mejores del pasado 2010. Este año, el de IRON AND WINE y, como no, el "BON IVER, BON IVER" del nuevo genio, Justin Vernon, estarán entre los mejores del 2011 en casi todas las listas más prestigiosas. La verdad es que valen la pena. Además tienen otros artistas destacados como M. WARD del que esperamos ansiosos su nuevo trabajo en solitario. Pasamos ahora a hablaros de estos trabajos.

El quinteto de Brooklyn, THE NATIONAL, son para mí una de las mejores bandas de los últimos cinco años. Yo, como mucha otra gente aquí, los descubrí con el magnífico “Alligator” de 2005 al que sucedió el también logrado “Boxer”. Ambos destacados discos los publicó el sello Beggars Banquet que aquí distribuye PopStock!. Ahora, para "HIGH VIOLET" han pasado al también prestigioso sello 4AD, que casualmente también tiene distribución PopStock! Se lo han tomado con calma y se lo han grabado a su puta bola en su propio estudio. Esta libertad se nota y consiguen un disco de muchos matices, pero que al mismo tiempo entra bien. Muchos les conocen como los Tindersticks americanos. Algo de cierto hay en ello, pero también son mucho más. “Terrible love” es un inquietante inicio y nada acomodado. “Sorrow” sí tiene ese aire solemne a lo Tindersticks, pero luego en “Anyone’s ghost” cuelan un pegadizo estribillo entre brillantes arreglos de cuerda. “Little faith” consigue algo difícil de conciliar, solemnidad y apacibilidad. “Afraid of everyone” posee también un estribillo como el de los mejores The Police, mientras que “Bloodbuzz Ohio” tiene esa oscuridad con clase como Joy Division o The Sound. “Runaway” es paz y es magia y “England” tiene un final épico y precioso. A todo esto tenemos que sumar un montón de detalles importantes más. La presentación en triple digipack, como siempre en 4AD, es bonita. La cantidad de músicos que participan es una pasada y destacan por ejemplo los nombres de Sufjan Stevens, Richard Reed Parry (Arcade Fire) o Justin Vernon. Las letras son en su mayoría confesionales y tratan de frustraciones o rupturas, pero también de esperanzas y fantasías. Se equilibra pues la balanza para un pedazo de disco de una gran banda.

Siempre que se cita a SAM BEAN (él es IRON AND WINE aunque le acompañen un montón de excelentes músicos) se habla también de nombres como Will Oldham (Bonnie ‘Prince’ Billy, Palace Brothers) o Bill Callahan (Smog). Es justo y hasta cierto punto normal. Lo que ya no es tan justo es que su nombre suela aparecer un poco por debajo del de estos dos cuando su categoría es igual de grande. Empezó con folk-rock de baja fidelidad pero altos sentimientos. Pero luego ha acometido con gran estilo muy diversos trabajos de corte más eléctrico. También tiene un destacado trabajo compartido con Calexico y dado su prestigio y los músicos con los que cuenta en sus discos y actuaciones -ha tocado gente de los ya citados Calexico, Band Of Horses, Wilco, The Sea & Cake o Califone-. De hecho entre los más de 12 colaboradores en "KISS EACH OTHER CLEAN" (4 AD / PopStock!) están Chad Taylor (The Sea & Cake), Thomas Bartlett, Benny Massarella (Califone), Nate Lepine, Sarah Simpson o Matt Lux de Isotope 217. En la brillante producción tiene a Brian Deck y la masterización corre a cargo del experto Greg Calbi (Bob Dylan y mil más). La presentación, como siempre en 4 AD, es una gozada con un precioso digipack y con un libreto con todas sus letras que es indudablemente otro de sus puntos fuertes. Pero vayamos a la música que tiene tela. Arranca precioso con “Walking far from home”. Su deliciosa voz y la mágica melodía me recuerdan al mejor Murray Head o al sorprendente y primer Albert Hammond que cantaba en inglés. ¡Sí, qué pasa! “Me and Lazarus” es flipante y tiene ecos al Peter Gabriel más global. Será porque le gustan cosas como Ali Farta Toure o Roots Manuva. El saxo tira hacia el jazz y me lleva al maravilloso Robert Wyatt. Esta espléndida referencia del gran genio confinado en su silla de ruedas se repite en la estupenda “Big burned hand”, también con un espléndido saxofón. Por ahí también se mueve en la experimental, con ritmos tribales y flauta, “Rabbit will run” que le da una lección hasta a Vampire Weekend. “Half moon” es otra preciosidad con deliciosos coros femeninos y guapos punteos de guitarra. Les encantaría a los fans de Fleetwood Mac o Cat Stevens si la oyeran. Su tono más acústico aparece en “Godless brother in love”, con tenues cuerdas, destacado piano y emotivas voces. Para el final se guarda “Your fake name is good enough for me”, el tema más rockero y también el más largo. Un tema y también un disco y un artista para perderse con sus mundos.

Lo más reciente del sello y que será probablemente el disco del año en muchos medios es la reválida de BON IVER(ver foto). Yo no creo que mucha gente tuviera dudas, pero por si acaso este "BON IVER, BON IVER" (4AD / Popstock!) seguro que las disipará del todo. Estamos antes uno de los más grandes artistas de la última década. “For Emma: Forever Ago” (4AD / Popstock!) así lo vaticinaba. Su Ep “Blood Bank” o el más que interesante paréntesis con Volcano Choir (todo con la distribución de Popstock! aquí) no hacían más que aumentar las expectativas. El caso es que su debut se gestó en una cabaña tras una serie de desgracias, pero ahora parece más esperanzado y por momentos incluso optimista. Eso sí, después de pasar por una nula fase creativa que le hizo pensar que no iba a componer nunca más. Sin embargo ha compuesto nuevas canciones, ¡y de qué manera! Además le han puesto importantes medios a su disposición en forma de excelentes músicos que han trabajado con Arcade Fire, The National, Lucinda Williams o Sufjan Stevens. También en forma de un precioso y vistoso triple digipack con un libreto con todas sus emotivas y más que apreciables historias. No ha decepcionado. Tiene un inicio delicado con “Perth” pero con explosiones de rabia que pueden recordar a My Morning Jacket o a otro de su calaña como era Jeff Buckley. En “Minnesota, Wi” suena más actual y evolucionando como ha hecho M. Ward en sus últimos trabajos. Su voz y los ambientes pueden acercarse a los Fleet Foxes pero también al mejor Peter Gabriel. En “Holocene” emplea su emocionante tono acústico y brilla su quebradiza voz y una brutal pedal steel. “Towers” es otro guapo tema lento con voces excepcionales y con gran riqueza instrumental que luego suena con más potencia. “Wash” me encanta por su piano, sus cuerdas y esa extraña fragilidad que se desliza como gotas de agua por el cristal mojado. Me sorprende y me agrada mucho el final con “Beth/Rest” con esa melodía esperanzadora y optimista que casi podría cantar Stevie Nicks. ¡No puedes olvidar pues los nombres de Justin Vernon y Bon Iver porque estamos ante uno de los más grandes artistas del nuevo milenio! Y creo que puede seguir creando grandísimos discos como estos dos que lleva.

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