Schwarz: Espiritual rock progresivo (por Txema Mañeru)


El grupo murciano Schwarz siempre ha sido muy personal y minoritario, pese a su gran calidad. Calidad a raudales es la que hay en trabajos como “Arty Party” o “Heavengazers”. Ahora también la hay en este séptimo disco autoeditado “Espíritus Del Desierto, Yo Os Invoco” que debería llegar algo más a la gente al haberse lanzado de lleno con el castellano.

El caso es que antes tuvieron que dejar de actuar porque la gente no acudía a sus conciertos, pero su líder y compositor Alfonso Alfonso no puede dejar el gusanillo de crear sus personales canciones y por eso regresan ahora con este disco de precioso título que tiene también una cuidada edición en vinilo para los seguidores más acérrimos, aunque sean pocos.

También se han liado la manta a la cabeza y vuelven a los directos porque el cuerpo se lo pide. De hecho son ya un buen montón las fechas que tienen para enero y febrero por lo que conviene estar al tanto en su myspace. Además, así podrás escuchar mucho de su material y conseguirlo si es de tu agrado.

Pero su transformación ha sido más grande que la del propio idioma y al arrancar con “Que la llama brille por siempre” suenan sorprendentemente melódicos y más asequibles de escuchar. Seguro que este tema es uno de los más agradecidos por la parroquia en sus próximos conciertos. Siempre les colgaron la etiqueta de kraut-rock y, por ejemplo, en “Grúas”, aunque no lo quieran, suenan Kraftwerk a tope y alemanes por tanto. Ayuda también la voz a través del vocoder. Seguro que les encantará a los navarros Horthy. En “Gran colisionador de drones” suenan repetitivos y machacones como los mejores Manta Ray y será de los momentos más intensos de sus ya pletóricos conciertos. En “Estación especial” vuelve el vocoder (¿y el theremin?) recobrando la senda de los primeros Kraftwerk. Me encanta “Estrella roja de Belén” con su ritmo frenético entre Aviador DRO y King Crimson. Otro de los temas especialmente atractivos para el directo que en Bilbao tendrá como local la Fever de Santana 27.

Cierran el disco (y a lo mejor sus actuaciones antes de los bises) con el magnífico tema titular repleto de drones lisérgicos y cuerdas sintetizadas al estilo de los Frippertronics de Robert Fripp y Brian Eno hasta superar los 10 minutos de duración. No extraña tampoco que se mencione al hablar de ellos a bandas como The Flaming Lips o Stereolab. Si quieres ver y escuchar algo diferente y especial no deberías perderte sus progresivos y espirituales conciertos.

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