Franz Ferdinand: Elegancia en estado puro (por Patricia Ruiz)


Lo venían anunciando desde hace tiempo. Franz Ferdinand en Bilbao, en un Pabellón de la Casilla que no estuvo del todo lleno pero casi. De repente, se hizo la luz y comenzó a sonar Do you want to. No pudieron haber empezado mejor. Desde los primeros acordes se notaba que no iban a decepcionar. Y, realmente, no lo hicieron.

La banda de Glasgow acudía a la capital vizcaína para presentar su último disco, Tonight, pero lo hizo intercalándolo con los grandes éxitos de sus dos primeros álbumes. Algo que el público agradeció coreando y bailando todas las canciones desde el principio. Así, Take me out, otro de los temas insignia de la banda no se hizo esperar mucho.

Segundas partes...

El derroche de energía sobre el escenario parecía no hacer mella en los componentes de la banda en la primera parte del concierto, que casi ni se habían despeinado. A las once de la noche, amenazaban con marcharse. Y lo hicieron. Pero para volver con fuerzas renovadas. Y con algunas sorpresas. Franz Ferdinand echó el resto sobre el escenario, no sólo con más canciones, sino que también con algunas rarezas, como tocar la batería a cuatro manos. O una pieza más electrónica de lo que nos tienen acostumbrados.

En total, una hora y cuarenta minutos de concierto que hicieron botar al público de La Casilla y que supieron a poco, teniendo en cuenta los casi cuarenta euros que costaba la entrada. Ellos pueden. Como decía la publicidad donde se anunciaba el concierto, son “la mejor banda de indie-rock del momento”. Nos han dejado con buen sabor de boca. Así se aseguran que la próxima vez repetiremos.

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